Viernes, 18 de marzo de 2016 | Número 79 |
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Transparencia y objetividad, una apuesta que genera valor |
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Acabamos de presentar el informe ‘Sanidad Privada, Aportando Valor 2016’, en el que se aprecia cómo la sanidad privada continúa incidiendo en la mejora de todas sus estructuras, procedimientos, procesos y resultados, de tal forma que el esfuerzo que todos los agentes implicados están realizando en la senda de la calidad afecta muy positivamente a los cerca de diez millones de personas que utilizan asiduamente nuestros centros y servicios. Nos encontramos ante un sector de titularidad privada que trata por todos los medios a su alcance de poner en valor lo que representa, su realidad y su idiosincrasia ante la sociedad.
Este es el primer informe que IDIS presenta año tras año y a continuación vendrán los demás, el sectorial de innovación elaborado conjuntamente con Farmaindustria, el informe RESA de resultados de salud, el de interoperabilidad en su segunda fase, la tercera convocatoria de la Acreditación QH de IDIS y el estudio sobre la realidad sociosanitaria de nuestro país y sus posibles escenarios de desarrollo. Todos ellos, junto al barómetro bianual de calidad percibida, conforman una contribución muy relevante a la transparencia y objetividad en el sector de la salud y la sanidad.
Es evidente que el sector de la sanidad privada representa un elevado peso en el sector productivo español, contribuye a que nuestro país despegue definitivamente de este periodo de crisis económica en el que todavía nos encontramos y lidere la tan ansiada recuperación en el nuevo contexto económico, social e industrial en el que estamos inmersos.
Además, la sanidad privada libera de recursos al sector público, no sólo por su propia actividad, sino también por los modelos de colaboración público-privados que son determinantes y necesarios si queremos mantener una sanidad de calidad y con capacidad suficiente para atender a la demanda asistencial incesante derivada del progresivo envejecimiento de la población y la cronicidad asociada.
La amplia oferta asistencial de centros y servicios privados, unida a la cobertura de todos los asegurados y usuarios del entorno privado, descargan notablemente de presión financiera y asistencial a un sistema que, por sus características reflejadas en la Ley General de Sanidad y por el nuevo ordenamiento social, hacen que su suficiencia se encuentre hoy comprometida y puesta en entredicho.
Un aspecto puesto en valor estos días, a través de los medios de comunicación con motivo de las anunciadas “posibles desconcertaciones” en algunas comunidades autónomas, es que mejora la accesibilidad de la población a la asistencia sanitaria y contribuye de forma determinante a la proximidad y cercanía de los centros asistenciales al ciudadano, especialmente si tenemos en cuenta las diferentes formas de colaboración como son los conciertos y las concesiones.
En relación a las sinergias y complementariedades necesarias entre ambos sistemas de provisión y aseguramiento, el ámbito privado colabora con el sistema público y contribuye, por lo tanto, a su solvencia y sostenibilidad, facilitando que los parámetros que marca la Ley General de Sanidad se puedan cumplir en mayor medida, especialmente si tenemos en cuenta la imprescindible equidad en los procesos, la facilidad de acceso al sistema y la cohesión entre los diferentes territorios.
El informe de nuevo aclara y pone blanco sobre negro algo que hasta en nuestros días sigue utilizándose para infravalorar en algunos contextos la capacidad del sector privado de la sanidad en relación con el abordaje de los procesos más complicados. En este sentido, los datos son taxativos, puesto que la sanidad privada desarrolla actividad de alta complejidad a través de los más recientes avances tecnológicos, acercando las últimas tecnologías a la población y contribuyendo a mejorar el gap tecnológico del sistema nacional de salud, puesto de manifiesto reiteradamente por diferentes organizaciones y expertos en la materia a través de estudios y datos publicados recientemente.
Un aspecto imprescindible en una atención sanitaria de excelencia es el trabajo desarrollado en materia de calidad. En este contexto, y como venimos demostrando, la sanidad privada persigue la mejora continua en la prestación asistencial. Prueba de ello es la Acreditación QH de IDIS que reconoce el esfuerzo realizado por las organizaciones asistenciales públicas y privadas en materia de calidad a través de compendiar las certificaciones y acreditaciones que los centros poseen teniendo en cuenta su rango, ámbito, peso y recorrido.
En cuanto a algo tan sensible en nuestros días como es el empleo, el informe refleja otra realidad patente, la generación de empleo estable en la sociedad española contribuyendo, además, a la formación de los profesionales sanitarios, algo que es fundamental en una era, la del conocimiento, en la que nos encontramos inmersos, máxime si queremos que España ostente el liderazgo al que debe aspirar en esta materia.
Disponemos de un sistema sanitario que es único con una doble provisión y aseguramiento y hemos de ser capaces entre todos de establecer las necesarias sinergias, evitando las ineficiencias e insuficiencias que generan las redundancias y duplicidades; y hemos de ser capaces de mantener un discurso uniforme en defensa de nuestro sistema sanitario sin apriorismos, fijándonos en las mejores cualidades de aquellos entornos geográficos más próximos que están generando la mejor percepción de sus pacientes en los diferentes rankings publicados recientemente en la Unión Europea.
En definitiva, hemos de ser capaces de trabajar codo con codo en la mejora y reforma de nuestro sistema y para ello la Fundación IDIS mantiene siempre una mano tendida a la Administración, a sus dirigentes y a todos los agentes que componen este sector que pugna por solventar de una vez por todas sus dificultades y barreras. |
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