Han sido notorias las recientes declaraciones del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en torno a la actualidad política y, en concreto, a la eficiencia del sistema sanitario andaluz, “superior a la de cualquier sistema privado”, según apuntan sus propias palabras.
El sistema sanitario andaluz es, efectivamente, uno de los más eficientes, gracias a la política de colaboración público-privada existente en la Comunidad autónoma. Andalucía es una de las comunidades autónomas con mayores tasas de asistencia sanitaria concertada. Ello se debe, fundamentalmente, a la importante apuesta de la sanidad privada en esa Comunidad por inversiones constantes e ingentes en tecnología e innovación disruptiva.
Andalucía cuenta con 65 hospitales de titularidad privada, lo que constituye el 47% del total de los centros hospitalarios de Andalucía; de estos, el 28% tiene establecidos conciertos con la sanidad pública. Es más, los hospitales privados andaluces gestionan más de 200.000 altas tras el internamiento hospitalario, lo que supone el 25,6% del total de altas hospitalarias en la Comunidad y el 20,4% del total de las altas en el caso de las urgencias. Asimismo, el sistema sanitario andaluz es uno de los que cuenta con una mayor penetración de las mutualidades, en concreto con el 38%, lo cual es síntoma de la calidad y eficiencia de este sistema.
Demográficamente hablando, casi 1,5 millones de andaluces cuentan con un seguro privado, lo que equivale al 17,5% de su población. En este sentido, en base a la siniestralidad de las compañías, las personas que copagan voluntariamente un seguro de asistencia ahorran a la sanidad pública una media de 569 euros por persona y año, lo que produce un menor consumo de la sanidad pública, una descarga de la presión asistencial del sistema y un ahorro superior a los 900 millones de euros para el Sistema Nacional de Salud.
Gracias a la colaboración público-privada y al nivel de calidad de las prestaciones sanitarias en los centros privados es posible que Andalucía sea una de las comunidades que cuenta con un mayor número de equipos de alta tecnología. Un ejemplo de este hecho es que más del 80% de las resonancias magnéticas que se realizan en Andalucía se hacen con proveedores sanitarios privados, por lo que sin esta colaboración con el sector privado, el servicio sería inaccesible. Por otro lado, el sector sanitario privado es un motor generador de trabajo en Andalucía, puesto que da empleo de calidad, estable y cualificado a más de 32.000 profesionales, lo que supone un dato a tener en cuenta en una comunidad donde la tasa de paro que supera el 35%.
En conclusión, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) deja constancia de la importancia de la colaboración público-privada para lograr un sistema sanitario eficiente, abogando siempre por la necesaria complementariedad de ambos sectores, público y privado, a nivel de organización, eficiencia, control de costes e integración de profesionales con el fin de que los pacientes vean cubiertas sus necesidades.
|