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Viernes, 24 de marzo de 2017   |  Número 90
EDITORIAL
 
Un sector imprescindible que genera confianza y credibilidad
 

La demanda asistencial crece y se va a ver incrementada de una forma constante por la deriva poblacional y por sus consecuencias lógicas (cronicidad, dependencia, etc.). Ello y la necesaria incorporación de la innovación harán que el gasto sanitario aumente año tras año. Este motivo hace imprescindible una reforma de la Ley General de Sanidad adaptándola a la deriva sociodemográfica de nuestro país, así como un Pacto de Estado que contemple a todos los agentes implicados y a todos los recursos disponibles dentro del sistema fomentando la cooperación entre las dos áreas de provisión y aseguramiento.

Esto sumado a una despolitización de la sanidad e impulso del análisis técnico sustentado en datos objetivos, como ocurre en los países de nuestro entorno geográfico, son las premisas que harán que podamos dotar entre todos de la necesaria solvencia y sostenibilidad a nuestro sistema público de salud que no es gratuito puesto que lo pagamos todos con impuestos siendo solidario con sus asegurados.

En todos estos aspectos, la sanidad privada tiene mucho que aportar, ya que juega un papel fundamental en el sostenimiento del sistema sanitario, de la economía, del tejido empresarial y del empleo; es esencial en la prevención, diagnóstico, tratamiento de la enfermedad y en el cuidado de los pacientes; y es determinante en el avance tecnológico, en la mejora de la calidad y en la formación de profesionales.

En cuanto a tendencias el sector asegurador y asistencial de titularidad privada continúan registrando incrementos constantes tanto en el volumen de asegurados como en el de primas, datos dignos de ser tenidos muy en cuenta puesto que se han producido en un entorno de una crisis económica de extraordinaria magnitud. Por lo tanto, el ciudadano que considera su salud como un bien prioritario ve en el sistema privado un excelente aliado capaz de dotarle de la inmediatez, calidad, seguridad, innovación y resultados de salud que está buscando tanto para él como para los suyos.

El estudio demuestra que el sector sanitario privado contribuye a la mejora de la accesibilidad de la población a la atención sanitaria a través de su extensa red de centros ambulatorios y hospitales, tema de actualidad por el crecimiento de las listas de espera de forma generalizada (en cuestiones de salud todos deseamos una atención pronta, eficaz, segura, de calidad y con resultados).

Además, acorde con su peso económico, el sector privado genera empleo de calidad en la sociedad española y contribuye notablemente a la formación de los profesionales sanitarios. Esto sin duda supone un avance muy importante, máxime en momentos donde parte de ellos están buscando otros territorios y países para realizar su desempeño con la consiguiente descapitalización sanitaria en términos de profesionales altamente cualificados.

Otro de los ítems analizados en este informe ha sido la cooperación con el sistema público de salud en sus diferentes modelos. Hemos de tener en cuenta que las concesiones han demostrado ampliamente con datos objetivos validados su alto grado de eficiencia, calidad, resultados y percepción positiva por parte de los ciudadanos y que los conciertos se producen fundamentalmente en transporte sanitario (la inmensa mayoría es privado), tratamientos de oxigenoterapia y terapias respiratorias (en cerca del 100 por cien el servicio es privado), hemodiálisis, diagnóstico por imagen, pruebas de laboratorio, asistencia sanitaria y socio-sanitaria o fisioterapia y rehabilitación entre otros. Todos ellos descargan de una forma muy notable de presión asistencial -listas de espera- y de carga financiera al sistema al ser su gestión mucho más eficiente.

El estudio confirma además que más de 1,9 millones de personas están cubiertas por el régimen de mutualismo administrativo en España, un sistema claramente reconocido por sus usuarios y absolutamente eficiente. Es importante destacar que, año tras año, los únicos ciudadanos que tienen posibilidades de elegir entre sanidad pública y privada se decantan en el 85 por ciento de los casos por la sanidad de titularidad privada. Ante la igualdad de coberturas y carteras de productos en ambos sistemas, la elección mantenida del sistema privado en tan alta proporción sólo se puede justificar por una gran percepción de servicio, accesibilidad y calidad asistencial.

El informe confirma que el sector continúa a la cabeza en equipamiento de alta tecnología y en implantación de innovación disruptiva a todos los niveles. Hemos de tener en cuenta que buena parte de la cirugía robótica, las tecnologías híbridas de diagnóstico o avances como la biopsia líquida o nuevas fórmulas de gestión como el denominado “hospital líquido” que permite una continuidad asistencial con el paciente desde su domicilio se encuentran en buena medida ya instaladas en el sistema privado de salud.

Otro aspecto relevante es la implicación de los centros sanitarios privados en las tareas de investigación y docencia donde se puede apreciar por el informe BEST en su última edición que los centros de titularidad privada intervienen en cada vez más en ensayos clínicos en fases tempranas debido fundamentalmente a la agilidad de sus procedimientos y procesos de reclutamiento de pacientes y seguimiento de los mismos y a la calidad de los profesionales implicados y las dotaciones tecnológicas implantadas.

En cuanto a docencia y formación el sector sanitario privado cuenta con un total de 22 hospitales universitarios. En relación a la formación sanitaria especializada, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha convocado para 2017 un total de 175 plazas por el sistema de residencia en centros sanitarios privados.

Por último, el sector sanitario privado persigue siempre la mejora continua de la calidad en la prestación asistencial y para ello se muestra dispuesto a fomentar la utilización de un conjunto diverso de instrumentos en este ámbito, como estudios de comparabilidad de resultados, modelos de excelencia internacionales, certificaciones o acreditaciones. De hecho, las numerosas certificaciones y acreditaciones recibidas y los resultados obtenidos en los últimos estudios de calidad, demuestran que los centros de provisión privada siguen mejorando continuamente su calidad asistencial, como demuestra el crecimiento de la Acreditación QH, de IDIS, concebida como un sistema innovador que reconoce la Excelencia en Calidad Asistencial de las organizaciones públicas y privadas. Actualmente ya son 80 las organizaciones que gozan de este reconocimiento, de las cuales 37 poseen el nivel QH, 25 el nivel QH 1 estrella, 14 nivel QH 2 estrellas y 4 el nivel QH 3 estrellas.

 

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