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Viernes, 20 de septiembre de 2013   |  Número 51
EDITORIAL
Una fórmula de colaboración público-privada con múltiples efectos positivos sobre la sanidad

El mutualismo administrativo es un modelo que favorece el equilibrio entre el sistema sanitario público y el privado, aportando eficiencia en la prestación de un servicio público, garantizando la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y reduciendo la presión de la demanda de pacientes en el sistema público.

Bajo este modelo, el Estado mantiene las funciones de regulador, garante y financiador de las prestaciones sanitarias, trasladando su implementación al Sistema Nacional de Salud o a entidades de seguro libre. Es aquí, cuando los ciudadanos deciden de manera anual, libre y voluntariamente si quieren ser atendidos por el Sistema Nacional de Salud o por una entidad aseguradora, opción esta última que es escogida por el 84,3 por ciento de los mutualistas. Este dato demuestra el grado de satisfacción de los usuarios con el modelo, configurando a éste como un modelo de alto valor añadido a los beneficiarios.

En términos absolutos, la población cubierta por el régimen de mutualismo administrativo es de aproximadamente 2 millones de personas, siendo Muface la mutualidad con mayor número de beneficiarios, con el 66% de los mutualistas En términos de volumen de primas, el mutualismo administrativo alcanzó los 1.449 millones de euros en 2011, lo que supone un incremento anual del 4,2 por ciento en el periodo 2007-2011: Muface es la mutualidad que cuenta con un mayor volumen de primas, el 67 por ciento del total. En 2012, se estima que el incremento sea de aproximadamente el 3,5% respecto a 2011.

En 2012, las mutualidades suscribieron conciertos de asistencia sanitaria con un total de 7 entidades aseguradoras, siendo SegurCaixa Adeslas y Asisa las compañías que proveen asistencia sanitaria a los mutualistas de las tres mutualidades existentes en nuestro país.

Bajo este modelo, las compañías aseguradoras deben proporcionar la prestación sanitaria en las mismas condiciones que el sistema público, salvo la medicación obligatoria. Las compañías aseguradoras se hacen cargo del 100 por ciento de los gastos sanitarios de sus asegurados bajo este modelo, a excepción de los trasplantes. Los mutualistas que optan por la provisión privada deben acudir siempre al sistema privado, ya que si acuden a la sanidad pública los mutualistas deberán hacer frente a los gastos en los que incurran, salvo en aquellos casos de urgencia médica.

En términos económicos, el mutualismo administrativo es un modelo que aporta eficiencia en la prestación de un servicio público, ya que el gasto per cápita de la población cubierta es sustancialmente inferior al gasto sanitario público per cápita. En este sentido, la prima media de Muface se situó en 2010 en 706 euros anuales por asegurado, mientras que el gasto sanitario público per cápita de ese mismo año fue de 1.187 euros (no incluye gasto farmacéutico ni el gasto destinado a mutualidades), lo que supone un ahorro de 481 euros para la Administración.

El mutualismo administrativo continúa representando un modelo de gestión sanitaria eficiente que beneficia a todos los agentes: a la Administración por el menor coste per cápita del asegurado y por contar con un coste fijo, a la sanidad pública por la reducción de la demanda de pacientes y por el apoyo que prestan los recursos privados, y a los ciudadanos porque se les permite elegir entre recibir la asistencia sanitaria a través del Sistema Nacional de Salud o través de entidades de seguro libre. En el caso de que el Sistema Nacional de Salud tuviera que dar cobertura a los mutualistas de las tres mutualidades, se incrementaría el gasto sanitario público y se produciría un aumento de la demanda que conllevaría un incremento de las listas de espera.

En relación a la siniestralidad, el mutualismo administrativo registró en 2012  una siniestralidad del 100,5 por ciento, muy superior a la media del sector asegurador, cuya siniestralidad ha sido del 80,3 por ciento en el mismo periodo analizado. En este sentido, el importe en siniestros pagados de los mutualistas, supuso a las compañías aseguradoras un total de 1.156 millones de euros sobre un volumen de primas de 1.150 millones de euros.

La evolución de la siniestralidad del mutualismo administrativo en los últimos años se ha mantenido en niveles que oscilan entre el 91,9 por ciento registrado en 2010 y el 100,5 por ciento registrado en 2012. Si se compara la siniestralidad de las mutualidades con la media del sector asegurador a lo largo del período 2009-2012, se observa que existe una diferencia que ronda el 20 por ciento entre la siniestralidad del mutualismo administrativo y la media del sector asegurador para cada año, alcanzando su punto máximo en 2009 con una diferencia del 22,7 por ciento. A pesar de que, en 2010 esta diferencia experimentó un descenso, volvió a subir en los años posteriores.

Dentro de este marco de referencia y de márgenes muy estrechos de maniobra, la administración ha denunciado el convenio existente y la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) tendrá que proponer a las aseguradoras la firma de un nuevo Concierto para 2014; esto le puede permitir, tal y como se viene deduciendo de las informaciones aparecidas en los diferentes medios de comunicación, congelar las primas aplicadas en el actual, lo que podría generar no pocas dificultades y un retroceso apreciable de cara a futuro.

El modelo Muface es una fórmula de colaboración público-privada con múltiples efectos positivos sobre la sanidad española, la pública y la privada, Además de ello, hace compatible el elevado grado de satisfacción de los usuarios con un ahorro significativo de gasto público; además el 84,3 por ciento de los afiliados elige la cobertura de alguna de las aseguradoras privadas concertadas por la Mutualidad, pero  las primas abonadas por ella a las aseguradoras son más insuficientes cada año, habiendo llevado a que varias entidades abandonen el modelo en la última etapa. En ese contexto, la noticia de una posible congelación de las primas de Muface genera preocupación de todos los operadores sanitarios privados, máxime si tenemos en cuenta además que la práctica congelación actual de la oferta pública de empleo, conlleva la escasa incorporación de nuevos afiliados jóvenes a la Mutualidad, lo que incrementa el nivel  de siniestralidad en el colectivo. Si lo que se plantea es una congelación de las primas y esta no se ve acompañada de otras medidas, se podría poner en riesgo el propio modelo tal y como lo conocemos en la actualidad y de todos es sabido que la importancia del modelo Muface va más allá de las legítimas expectativas de sus afiliados o de los intereses de operadores sanitarios privados que colaboran con la Mutualidad.

Ante este panorama de incertidumbres, IDIS valora y reconoce de antemano los esfuerzos que la Administración realice para garantizar la continuidad del modelo Muface, objetivo que considera inexcusable en el escenario descrito. IDIS entiende que la Mutualidad debería aprovechar la experiencia de los operadores que colaboran con ella para identificar planteamientos que equilibren la relación entre las primas del nuevo Concierto y el coste de la cobertura sanitaria que en él esté definida y recuerda su propuesta de extender el modelo Muface a otros grupos de funcionarios, ya que el equilibrio de sus primas y costes sanitarios también mejoraría debido al aumento de su base poblacional, deteniendo de esta forma el avance en la edad media del colectivo, generándose a la par nuevos ahorros del gasto público y contribuyendo a disminuir la agobiante presión asistencial del Sistema.

 

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