No hay día que no recibamos alguna noticia relacionada con este aspecto, la conexión a través de internet de diferentes herramientas hace que cada vez sea más sencillo realizar determinadas actividades que antes requerían de tiempo, desplazamientos y procesos más o menos complejos.

Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo y Comunicación de IDIS.

Desde la domótica hasta el ir más allá mediante la conexión por internet de nuestro hogar en formato de multifunción “inteligente” con usuarios hiperconectados en relación con las diferentes comodidades instaladas en sus viviendas como puede ser el frigorífico, la calefacción, la televisión, el sistema de seguridad entre otros muchos.

Como dicen los expertos todo este despliegue tecnológico que suenan a ciencia ficción ya comienzan a ocupar parte de nuestras vidas y para ello algo tan simple como un ‘smartphone’ o una ‘tablet’ son a día de hoy elementos básicos de interacción (hardware de bajo coste). Pero a ello hay que añadirle el denominado “internet de las cosas”, que nos permite controlar, monitorizar aspectos básicos como la eficiencia energética, el consumo responsable en todos los sentidos, incluso determinados parámetros y constantes relacionadas con la salud. Este conglomerado de realidades, puerta del futuro, supone no solo una automatización llevada casi al extremo sino también el uso de datos inteligentes que tienen como objeto mejorar las relaciones entre el individuo y todas “sus extensiones y herramientas tecnológicas”. Es lo que algunos versados en la materia conocen como “ecosistema digital”.

En unos años, pocos, veremos como todo lo que nos rodea estará de alguna forma conectado a algo, es más nosotros mismos lo estaremos de una forma generalizada, de este modo se producirá una integración de sistemas que permitirá recoger un sinfín de datos, los cuales procesados mediante motores de relación podrán aportar información válida para establecer modelos de comportamiento, modelos predictivos que nos permitan apostar por decisiones más acertadas y específicas con todo lo que ello supone, es la eclosión del ‘big data’ como herramienta fundamental de conocimiento y gestión del mismo.

Todo ello, el ‘hardware’ de bajo coste, el internet de las cosas y el ‘big data’ van a cambiar radicalmente nuestras vidas. En términos de aplicación al segmento de la sanidad sin duda que va a suponer un revulsivo que cambiará radicalmente la forma de hacer medicina.

Según apuntan los especialistas en esta materia hay tres elementos determinantes de futuro en este ámbito de la salud: el conocimiento derivado del estudio y análisis en profundidad de la genómica y sus derivadas, los avances constantes en imagen diagnóstica y cirugía mínimamente invasiva y el fenómeno de internet vinculado al paciente que permita aplicar el conocimiento médico al paciente de una forma individualizada de tal forma que pueda ser corresponsable en la gestión de su propia salud.

Hoy en día la historia clínica electrónica, la cita ‘online’ o la receta electrónica ya no son noticia puesto que son una realidad, aunque quede todavía bastante camino por recorrer. En relación con la implantación e impulso de las TIC en otras vertientes como la telemedicina, la telerehabilitación o la teleasistencia, todavía queda bastante trecho puesto que existen resistencias y barreras de todo tipo, financieras, profesionales, culturales, sistémicas, etc. que hacen que estos elementos tecnológicos absolutamente eficaces, eficientes y efectivos no hayan alcanzado el grado de desarrollo deseable en nuestro país. Probablemente precisen de un liderazgo evidente que permita la capilaridad necesaria para su definitiva implantación.

En relación con otros dispositivos como los “vestibles” o ‘wearables’ están teniendo una eclosión en el mercado de la salud francamente destacado, aunque su nivel de implementación tampoco sea todo lo rápida y profunda como sería deseable por las compañías desarrolladoras y comercializadoras de estas tecnologías, nuevamente los aspectos culturales y de liderazgo se hacen patentes en este segmento.

Por último, el mundo de la comunicación digital a través de los más diversos elementos de información como pueden ser la generación de ‘apps’ afrontan un reto muy relevante, el de “monetizar” todo el esfuerzo puesto en su desarrollo. Se cifra en cerca de 100.000 las ‘apps’ destinadas al mundo de la salud, por lo que es muy difícil discriminar entre aquellas que aportan un valor añadido relevante y aquellas otras que no, en cualquier caso, hasta que lleguemos a cumplir con la frase de un experto de que “en el futuro se prescribirán más ‘apps’ que medicamentos queda todavía un tanto lejos.

En cuanto al entorno digital web a través de sus diversas formas, blogs, portales, redes sociales, etc. están teniendo un desarrollo muy destacado en estos momentos y observamos cómo cada vez se interacciona más con los pares a través de estos mecanismos bien sea en un entorno cerrado profesional o en otro abierto en el que compartir dudas, experiencias e inquietudes.

En definitiva, este “tsunami” tecnológico no puede ser algo ajeno a nosotros, sin duda que deberemos de incorporarlo a nuestra vida de una forma o de otra y cuanto antes lo hagamos mejor para todos; para los pacientes, que somos todos, para los profesionales, para las empresas involucradas en el terreno de la salud, para los gestores sanitarios en su vertiente privada o pública y para las administraciones. No se puede vivir de espaldas al futuro, máxime cuando nos jugamos tanto en ello, entre otras cosas la de liderar un cambio evidente que si no nos vendrá dado.

Quien no apuesta por el futuro no tiene futuro, afirman los gurús de la gestión y el ‘management’, cuando lo dicen por algo será.