Redacción / Imagen: Pablo Eguizabal. Madrid
La complementariedad entre la sanidad pública y la privada “consigue mayor eficacia y equidad” y la suma “de lo mejor de cada una” será “muy útil para la sostenibilidad del sistema”, además del el rol que debe jugar un paciente bien informado, según señala para Publicación de Sanidad Privada Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, que ve con preocupación cómo la crisis está afectando a las economías de las asociaciones de pacientes.

Preside el Foro Español de Pacientes. ¿Cuáles son los fines de la agrupación y en qué medida se han conseguido?

La misión del Foro es la promoción de los derechos de los pacientes en el SNS: su finalidad era estar representado en los sitios donde se toman decisiones. El lema del foro es ‘La voz del paciente en democracia’, por lo tanto, la visión es democratizar la sanidad española. Y, además, vincularlo con estructuras internacionales. En este momento ocupamos unas 40 comisiones tanto en Bruselas, como en Madrid y en distintas Comunidades Autónomas. En este sentido, el nivel de participación en lugares de decisión se está cumpliendo.
Nos queda pendiente el consolidar la estructura federal en foros autonómicos. Ya tenemos el catalán, el gallego y el aragonés, y estamos en buenas gestiones para que se materialice el andaluz y algunos más.

En un momento de crisis como el actual, ¿qué papel tiene el paciente en la sostenibilidad del sistema?

Es crucial. En primer lugar, el sistema se ha de sostener sobre unos derechos y deberes. Es un elemento muy importante que no se produzca un desmantelamiento del Estado de bienestar que ponga en peligro derechos básicos que han convertido a España, probablemente, en el primer país del mundo en equidad de acceso, y progresa en los derechos para que esta equidad se traslade a la equidad de trato y a la de resultados clínicos.

También es importante comenzar a hablar de deberes. Es una obligación de todos cuidar de este sistema sanitario y cuidarse uno mismo. Potenciamos a través de nuestro proyecto Universidad de los Pacientes el hecho de que cada vez los pacientes estén mejor formados para autocuidarse y cuidar de otros, de manera que esto permita, en cierta manera, gestionar con mayor eficiencia las consultas sanitarias y las pruebas.

¿Hace falta un paciente mejor informado o más concienciado?

Creo que lo que debemos tener conciencia todos es que nuestro sistema público es un sistema muy bueno, con unos fundamentos morales muy altos. Por lo tanto debemos luchar para preservarlo. Y esto, cuesta. Evidentemente un paciente más responsable, concienciado con la idea de que lo que se está haciendo repercute en el beneficio de todos, va a ayudar a la sostenibilidad del sistema, pero, sobre todo, en preservar elementos claves como la universalidad, la gratuidad o la excelencia terapéutica.

Como sabe, la sanidad privada representa un 30 por ciento de la asistencia en España ¿Cuál es su opinión sobre ella?

El SNS en un sistema público y privado. Entiendo que cuando se hace un discurso sobre el SNS se habla siempre de ambos enfoques. Es obvio que el privado es un elemento muy importante para muchos ciudadanos españoles, algunos de ellos ya pacientes.

Hay que reconocer su aportación y que ambos han de trabajar para cubrir los objetivos básicos de preservar los fundamentos morales del sistema.

Nos gustaría saber su opinión sobre las mutualidades del estado y el hecho de que no esté asegurada su continuidad

Creo que deberíamos ir hacia un sistema en el cual si alguien tiene que tener beneficios deben estar bien justificados delante de la sociedad. Las prebendas históricas son algo que ya no debe funcionar en el sistema del futuro. En este sentido, alguien ha de valorar si esto es eficiente y si es justo. Si cumplen ambas premisas tiene sentido conservar las cosas, de no ser así, hay que cambiarlas. No sé cómo, pero es un momento de atar discursos morales. El discurso de la eficiencia y la justicia son importantes.

¿En qué sentido?

Se supone que todos los españoles por sus impuestos tienen derecho a una determinada sanidad y las mismas condiciones. Parece razonable que las condiciones de unos no sean diferentes a las de otros. Por lo tanto, si han de ser diferentes ha de haber un razonamiento moral que lo justifique. El discurso de ‘esto era así antes’ no es un razonamiento que las nuevas generaciones de ciudadanos vayan a aceptar fácilmente.

Hablábamos de complementariedad de lo público y lo privado. ¿Cree que en España se está desaprovechando esa capacidad?

Depende de la zona del país. Hay comunidades autónomas en el que el privado tiene poca penetración y hay otras en las que tiene gran tradición. El sector privado es un concepto que se puede evaluar desde diferentes enfoques, una cosa es la titularidad, otra la financiación y otra la provisión.

Yo creo que el privado tiene un rol muy importante. Quitar el privado ahora mismo colapsaría el sistema. Poner un privado muy de acuerdo con el público puede facilitar una mayor provisión, incluso un sistema más equitativo. Por tanto, alguien tiene que pensar como la complementariedad de ambos consigue mayor eficiencia y mayor equidad; si parte de la gente pasa del público al privado, la gente más vulnerable, a la que representamos como foro, verá que tiene una lista de espera mejor.

En estos momentos hay que llamar a la practicidad. Tanto el público como le privado aportan algo y la suma de lo mejor de cada uno de ellos será muy útil para la sostenibilidad del sistema.

La actividad sanitaria concertada es un hecho histórico en Cataluña. El patronato de la Fundación Josep Laporta, de la que es usted director general, lo conforman hospitales públicos e instituciones privadas. ¿Considera más eficiente y adecuada para tiempos de crisis esta manera de asociarse?

Los modelos tienen que ver mucho con las personas que hay detrás. En ocasiones hay modelos que en su diseño han sido perfectos, pero que no funcionan porque no se han encontrado a las personas adecuadas. Y en ocasiones modelos que a priori no parecían perfectos funcionan muy bien gracias al equipo humano. Creo que aquel modelo en el que pueda haber diálogo y diversidad tiende a favorecer la gestión, porque atrae nuevos puntos de vista y perspectivas. Además, ayuda al diálogo entre partes que no siempre piensan lo mismo.

En los modelos en que todos piensan lo mismo, generalmente son poco innovadores, son burocráticos y se convierten, con el paso de los años, en estructuras con dificultades para progresar.

¿Cuáles son los principales retos que tiene el foro a futuro?

El principal reto es sobrevivir en unas condiciones muy adversas para el movimiento asociativo. Estamos en una crisis económica, lo que significa que la gente tiene más dificultades para pagar cuotas en las asociaciones de pacientes, se reducen bruscamente las subvenciones de los Gobiernos, se transforman las cajas, con lo que disminuye la obra social, si no desaparece en algunos casos.

Las asociaciones de pacientes que tienen una labor muy importante, que representan a la sociedad civil organizada y que son capaces de gestionar servicios más cercanos de manera más eficiente y flexible, se encuentran pasando una crisis económica importante.

Gran parte del discurso del foro es reivindicar delante la clase política y de las corporaciones la importancia de las asociaciones de pacientes. Además, intentando hacerlo no sólo como colectivo, sino de manera muy individualizada, diciendo que la situación que vivimos como pacientes la puede sufrir usted en cualquier momento, y todo lo que logremos progresar en el movimiento le va a beneficiar a usted. Esto de ser paciente es una cuestión de tiempo.

¿Si merman las asociaciones perjudica a la red de asistencia a los pacientes?

Las asociaciones de pacientes nos vamos a transformar en los próximos años, ya que lo que viene de internet convertirá gran arte de este movimiento asociativo en redes sociales. Ahora mismo hay dos modelos y ambos son muy válidos. Uno, con el que nos sentimos muy cómodos, estable y vertical, y otro, de futuro, más de nodos y conexión en el que uno pertenecerá a varias redes. Ambos modelos convergirán, son compatibles y crean su valor.

Para esta transformación necesitamos recursos, apoyo, solidaridad y entrada en las corporaciones.