Redacción. Madrid Uno de los objetivos planteados por la OMS es la eliminación de la hepatitis C para el año 20301. Por tanto, una de las estrategias clave es el abordaje de los focos primarios de la infección referidos a grupos con infección activa con prevalencia alta y prácticas de riesgo que implican una mayor diseminación de la enfermedad y una mayor probabilidad de reinfección. Dentro de este colectivo se encontrarían los usuarios de drogas inyectables, la población reclusa o la población con determinadas prácticas sexuales de riesgo.
El proyecto consiste en la celebración de diversas reuniones para evaluar las estrategias sanitarias necesarias en los focos primarios de la infección por hepatitis C. En la primera reunión, celebrada recientemente, participaron epidemiólogos, hepatólogos, infectólogos, expertos en patología dual, médicos de Atención Primaria, microbiólogos, especialistas en Sanidad Penitenciaria, así como representantes de sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Además, estuvieron presentes representantes de las administraciones públicas que trabajan en la organización asistencial de las comunidades autónomas.
“Los focos primarios representan un grupo de personas no muy numeroso pero de máxima importancia para el control de la hepatitis C ya que actualmente es en ellos en quienes se detectan la mayor parte de los nuevos casos de infección”, explica el Dr. Crespo. Se trata de personas con un riesgo de reinfección elevado debido a la realización de diversas prácticas, de las que probablemente desconocen el riesgo que conllevan de infección por hepatitis C. El virus que se transmite principalmente por sangre, por la exposición a través de mucosas y fluidos infectados con el virus. El Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en el SNS (Peahc), puesto en marcha en España tras el acuerdo alcanzado en el Pleno del Consejo Interterritorial del SNS en marzo de 2015 ha permitido tratar hasta el 31 de marzo de 2017 a un total de 74.276 pacientes. |