El 13 de mayo ACES organizó un webinar con motivo de la entrada en vigor el 25 de junio de la Ley Orgánica 3/2021 que regulará la eutanasia. El acto contó con dos reconocidos expertos en la materia: Núria Terribas, jurista, especializada en bioética y directora de la Fundación Víctor Grifols i Lucas y de la Cátedra de Bioética de la Universidad de Vic-UCC, y Màrius Morlans, médico y vicepresidente del Comité de Bioética de Cataluña.
El presidente de ACES Lluís Monset recordó que, más allá de la pluralidad de ideas que hay en el sector privado, "la ley está pensada para ofrecer un correcto ejercicio del derecho a la eutanasia que todos los centros deben conocer ". Asimismo, anunció la creación de una comisión específica dentro de la patronal para hacer un seguimiento del tema.
Despenalización, no legalización
Núria Terribas, jurista, especializada en bioética y directora de la Fundación Víctor Grifols i Lucas y de la Cátedra de Bioética de la Universidad de Vic-UCC. |
Núria Terribas dejó claro que con la nueva ley "estamos ante una despenalización de la eutanasia, no de una legalización". Con esta norma España se convierte en el cuarto país europeo en regularla, después de los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Portugal. Y con un matiz importante: "es el primer país que establece un procedimiento de control previo, pretendidamente más garantista, pero a la vez muy burocrático y alejado del contexto asistencial".
Durante la exposición se detallaron los requisitos que indica la norma para pedir la eutanasia y se destacó el papel del médico que reciba la petición. "En ningún caso hará una valoración subjetiva o individual, sino con el apoyo de su equipo y atendiendo a unos protocolos que deberán establecerse", precisó. A continuación explicó los cuatro pasos del procedimiento desde la solicitud hasta la realización. Igualmente recordó que cada comunidad autónoma deberá crear una comisión de garantía y evaluación que deberá resolver las decisiones de conflicto sobre las peticiones de eutanasia y realizar un informe anual sobre la aplicación de la ley.
Cerró su intervención señalando que la ley da respuesta a un derecho de los ciudadanos y que habrá que garantizar el acceso equitativo. La eutanasia se podrá realizar en centros públicos, privados o concertados y en domicilios. Además la norma reconoce la objeción de conciencia de los profesionales.
Puntos críticos de la ley
Màrius Morlans incidió de manera especial en la confusión conceptual que a menudo hay en el terreno de la eutanasia y que la nueva ley no ha ayudado a superar. En este sentido, hizo mención a la descripción de la condición en que se ha de encontrar una persona para pedir la eutanasia y que recoge el Diccionario de Bioética, hecho en Cataluña y que es un ejemplo de concisión y claridad: "un sufrimiento insoportable, provocado por una enfermedad incurable y en fase irreversible".
En cuanto a la eutanasia como prestación de servicios, el doctor Morlans afirmó que existe una contradicción con otras ayudas a morir como la retirada de tratamientos de soporte vital y la sedación en la agonía. También hizo referencia a la objeción de conciencia como "un derecho básico en toda democracia". Según Màrius Morlans en la nueva norma este derecho presenta algunos problemas: "no se especifica quién tiene derecho a acceder al registro de objetores; no hay un órgano específico responsable del registro y no se prevé la objeción sobrevenida o escrúpulo profesional ".
Finalmente se reafirmó el compromiso del Comité de Bioética de Cataluña de colaborar en el despliegue de la ley y el de las instituciones y agentes sanitarios de Cataluña que deberán responder a la demanda de cualquier persona enferma que quiera ejercer este derecho.