El sector sanitario privado es un actor imprescindible en la sanidad española y reclama serlo igualmente en las políticas sanitarias. También pide no hacer partidismo ni populismo con la colaboración privada-pública a la hora de estructurar todo el sistema. La parte privada de la sanidad ha seguido creciendo incluso en la época de crisis y especialmente a partir de 2012 cuando se ha concentrado la provisión de servicios debido a las inversiones de algunos grupos familiares españoles e internacionales. El sector sanitario (público y privado) representa el 9% del PIB español y su evolución viene marcada por la necesidad de constante inversión tecnológica y la mejora de la calidad asistencial. Alrededor de una tercera parte del PIB español pertenece a la sanidad privada.
El informe "Diez temas candentes de la Sanidad Española 2019"editado por Círculo de Empresarios destaca que el hecho de haber realizado las transferencias sanitarias a todas las comunidades autónomas, sin ninguna adaptación a la gobernanza del sistema, ha dificultado la introducción de cambios que, según todos los expertos consultados, son imprescindibles. Algunas propuestas de mejora que se detallan son: la creación de una Agencia de Información Sanitaria que dé transparencia al sistema y establezca unos indicadores de salud nacionales que permitan comparar resultados entre regiones, hospitales e instituciones del sector público y privado; la coordinación de la asistencia sanitaria pública y privada entre administraciones y comunidades autónomas; la mejora del sistema de contratación y compras; la modernización y profesionalización de la gestión de los centros públicos; así como la activación de un PLAN RENOVE que impulse el cambio y mejora del equipamiento tecnológico.
Para Josep Ignasi Hornos, presidente de ACES "el sector sanitario privado tiene una capacidad aseguradora y asistencial muy importante que aumenta cada año. Si realmente queremos avanzar y construir un sistema de salud sostenible y de mayor calidad hay que definir con la administración una política sanitaria global que contemple el conjunto del sector y no sólo la parte que llamamos pública".
Según Lluís Monset, director general de ACES "un sistema sanitario para todos, siempre y gratuito no es sostenible".