La enfermedad celiaca es una enfermedad autoinmune que se manifiesta como una intolerancia permanente al gluten, presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena, produciendo una lesión inflamatoria crónica de la mucosa del intestino delgado. Esta lesión puede causar una absorción inadecuada de los nutrientes de la dieta (proteínas, grasas, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas). Según datos del Protocolo de Diagnóstico Precoz de la Enfermedad Celiaca publicados por el Ministerio de Sanidad se estima que afecta a 1 de cada 71 niños y a 1 de cada 357 adultos. Sin embargo, a pesar de ser una enfermedad frecuente, sólo un 1% está bien diagnosticado y hasta el 10% aún sin diagnosticar, debido a la variabilidad de los síntomas, o a la ausencia de clínica.
Las manifestaciones clínicas pueden ser muy diversas con síntomas digestivos y extradigestivos. Entre ellos, dolor abdominal, diarrea, estren?imiento, vo?mitos, distensio?n abdominal, sensacio?n de plenitud o digestión lenta tras las comidas, anemia, déficit de vitaminas, pérdida de apetito, peso o masa muscular, y alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza). Pero también hay casos donde la enfermedad es asintomática y no se manifiesta con los síntomas característicos, tanto en niños como adultos, dificultando el diagnóstico.
Ante la sospecha de la enfermedad es muy importante que el paciente acuda al médico antes de retirar el gluten por su cuenta. Para el diagnóstico, se debe solicitar un examen clínico y un estudio analítico completo (incluyendo los anticuerpos específicos de esta patología, los antitransglutaminasa, además de otros marcadores rutinarios). Sin embargo, el diagnóstico definitivo se consigue con una biopsia intestinal que nos indica si existe daño en el intestino. El estudio genético permite comprobar si una persona tiene predisposición genética para desarrollar celiaquía o por el contrario sus genes no son compatibles con la enfermedad.
“En muchas ocasiones, dada la dificultad para su diagnóstico es necesario una investigación y análisis exhaustivo por parte del clínico. Con un diagnóstico precoz, y una alimentación exenta de gluten, conseguiremos normalizar el estado de salud y recuperar la calidad de vida del paciente. Cuanto antes se obtenga el diagnóstico antes comenzará su recuperación”, asegura la doctora Paula Crespo, especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Recoletas Campo Grande y de la Unidad de la Mujer Recoletas.
Dieta exenta de gluten, el mejor y único tratamiento
Actualmente, el único tratamiento eficaz de la enfermedad celiaca es una dieta sin gluten estricta durante toda la vida desde el momento del diagnóstico. También deben de eliminarse los alimentos envasados en los que no se especifique en el etiquetado que no contengan gluten, como conservas vegetales o de pescado, frutos secos, salsas, etc.
Por otro lado, en el tratamiento de esta patología es importante tener en cuenta el riesgo de contaminación cruzada, es decir, aunque el alimento no contenga gluten puede haber sido manipulado en una superficie donde antes se haya elaborado algo que sí lo contenga, llegando a contaminarse el alimento. También hay que prestar atención a la hora de comer fuera de casa, uno de los principales problemas para los pacientes, que deben asegurarse de que la comida está libre de gluten.
“Además de una dieta sin gluten es muy importante un asesoramiento personalizado a los pacientes, ya que la eliminación del gluten conlleva la eliminación de otros alimentos que pueden poner en riesgo la salud, y causar deficiencias nutricionales, además de una dieta poco variada, monótona que no cubra las necesidades alimenticias de los pacientes”, añade la doctora Crespo.