Según datos publicados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer colorrectal será en 2022 el cáncer más frecuentemente diagnosticado en España con 43.370 nuevos casos. Este tipo de cáncer es una enfermedad tradicionalmente relacionada con la edad -la gran mayoría de los casos aparecen a partir de los 50 años- y uno de los cánceres más prevenibles gracias a las campañas de detección precoz dirigidas a la población general entre 50-69 años, y basadas en la realización de pruebas de cribado.
“Mientras que en los últimos años vemos como en los mayores de 50 la incidencia disminuye o se mantiene, estamos observando un aumento significativo de casos en pacientes más jóvenes (menores de 50)”, advierte José Ignacio Martín Valadés, responsable de la Unidad Multidisciplinar de Tumores Digestivos y Oncología Peritoneal de MD Anderson Cancer Center Madrid, quien puntualiza que estos se encuentran “a menudo en estadios más avanzados, con características histopatológicas más agresivas y con más frecuencia localizados en recto”.
En este sentido, en un estudio publicado en Jama Surgery en 2015 por investigadores de MD Anderson Cancer Center de Houston, ya advirtieron de un aumento de la tasa de incidencia anual de cáncer colorrectal en pacientes jóvenes. Asimismo, estimaron un aumento de incidencia en EE. UU. para 2030 en la población de entre 20-34 años del 90% para cáncer de colon y del 124% para cáncer de recto, y en la población de entre 35-49 años del 28% y 46%, respectivamente2. En este sentido, la revista Gut publicó en 2019 datos que confirman que esta tendencia no es exclusiva de los EE. UU., sino que también se observa en otros países de Europa, Norteamérica y Oceanía, en los que este repunte de casos en jóvenes se inicia a mediados de la década de los 903.
Otro estudio publicado en el mismo año y en la misma revista basado en datos nacionales de veinte países europeos demostró también un aumento de la incidencia. En concreto, en el tramo de 40 a 45 años se pasó de una tasa de incidencia del 15,5 por cien mil habitantes en 2005 al 19,2 en 2016, lo que representa un incremento anual del 1,6% entre 2004 y 2016.
Por otro lado, un estudio publicado en 2019 en la revista The Lancet, muestra un aumento en la incidencia de cáncer de colon en menores de 50 años del 3,1% por año en Dinamarca, el 2,9% por año en Nueva Zelanda y Australia y el 1,8% por año en Reino Unido.
Síntomas para estar alerta
En relación con los síntomas más frecuentes que puedan hacernos sospechar de un cáncer de colon, el doctor Martín Valadés afirma que “debemos de estar alerta ante los posibles síntomas relacionados con el cáncer colorrectal y no porque aparezcan en pacientes jóvenes prestarles menos importancia”, ya que, de acuerdo con algunos estudios, los pacientes jóvenes con cáncer colorrectal que presentan síntomas pueden demorar la consulta médica hasta 6 meses.
En una revisión sistemática de 55 estudios que incluyen un total de 6.425 pacientes menores de 40 años, se concluyó que los síntomas más frecuentes en este tipo de pacientes fueron: dolor abdominal (55%), sangrado rectal (46%), pérdida de peso (35%) y cambios del ritmo intestinal (32%). Otros estudios sugieren que el sangrado asintomático pudiera preceder a otros síntomas relacionados con cáncer colorrectal en 2-3 años.
“Esta menor conciencia de síntomas por parte de los pacientes jóvenes, junto con la falta de sospecha clínica y el hecho de que los pacientes jóvenes no estén incluidos en las campañas de detección precoz, pudieran estar en relación con una posible demora en el diagnóstico y, por lo tanto, que este grupo de pacientes presenten tumores en estadios más avanzados”, advierte. A pesar de estos datos, la tasa de supervivencia específica por cáncer colorrectal a cinco años es más favorable en pacientes jóvenes que en los mayores de cincuenta.
Factores que influyen en la aparición del cáncer de colon
El doctor sostiene que es necesario investigar más las causas exactas de este aumento de incidencia de cáncer colorrectal en jóvenes, ya que en el momento actual son desconocidas, probablemente multifactoriales, y el hecho de que veamos esta tendencia en distintos países y distintas razas, sugiere una posible relación con factores ambientales.
Uno de los posibles factores de riesgo podría ser la adopción de estilos de vida poco saludables como la inactividad física, el sedentarismo, el consumo de bebidas azucaradas y el aumento de ingesta calórica que progresivamente conduce a un desbalance energético y finalmente al desarrollo de obesidad, uno de los factores de riesgo mejor conocidos en el desarrollo de cáncer colorrectal. Asimismo, el especialista también recuerda la importancia de no fumar y de evitar el consumo de alcohol.
Junto a estas recomendaciones, Martín Valadés recuerda la importancia de realizar pruebas de cribado a la población general que permitan la detección precoz de este tumor y, por tanto, una mayor probabilidad de curación. En este sentido, ya en 2018, la American Cancer Society recomendó en EE. UU. reducir la edad de inicio de las pruebas de cribado en población general (sin historia familiar, ni enfermedades predisponentes) a los 45 años, existiendo un debate abierto en distintas sociedades científicas de nuestro país que abogan por adelantarla a los 40 años.
Finalmente, Martín Valadés afirma que el tratamiento del cáncer colorrectal en jóvenes no difiere al de pacientes de mayor edad, pero es muy importante abordar, desde el momento del diagnóstico hasta los largos supervivientes, el impacto psicosocial, la calidad de vida y cuidados de soporte en este grupo de pacientes con cáncer colorrectal; sobre todo, en relación con la ansiedad o la depresión, la inseguridad laboral, los problemas de autoconfianza (principalmente en portadores de ostomías), la disfunción sexual y los problemas de fertilidad.