La conferencia ‘Estrategias para minimizar el riesgo cardiológico asociado a la práctica de ejercicio en las distintas edades’, impartida por el Dr. Zigor Madaria, cardiólogo del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ), dedicado a la actividad física, el deporte y la rehabilitación cardiaca, puso el punto final a la cuadragésimo quinta Semana Médica de Bilbao, organizada por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB), celebrada recientemente en la capital vizcaína. La conferencia contó con la moderación del Dr. Andrés Bodegas, presidente de la sección de cardiología de la ACMB.
Andrés Bodegas, Zigor Madaria y Ricardo Franco Vicario. |
En su alocución, el cardiólogo de IMQ incidió en la importancia de “educar a la población en una conducta deportiva saludable, que sea progresiva y se imbrique de forma natural en el estilo de vida de la persona, independientemente de su edad”.
El Dr. Madaria hizo hincapié en la importancia que tiene el que el deportista perciba y atienda a las señales que emite el organismo durante la práctica deportiva. “Existe una serie de síntomas que, de manifestarse, son los que identifican al deportista en riesgo de tener un problema cardiaco”.
Así, citó al “dolor de pecho, sobre todo cuando se está haciendo algún esfuerzo o cuando el dolor aparece sin causa conocida”. También es otro síntoma “la pérdida del conocimiento o el mareo con sensación inminente de pérdida de conocimiento”. Otro síntoma es “la fatiga, bien sea ésta una fatiga general o respiratoria”. Y por último, “las palpitaciones o sensación de un latido o ritmo cardiaco anormal”.
A este respecto, el cardiólogo recalcó la necesidad de atender “inmediatamente” a los síntomas y no seguir haciendo deporte hasta después de haber consultado con un médico, “bien un médico de familia o un médico general formado en Medicina Deportiva”.
En cuanto a las personas de mediana edad que se inician en la práctica deportiva, el especialista de IMQ indicó que “en muchas ocasiones, a estas personas les cuesta discriminar entre los síntomas patológicos y los efectos de un ejercicio intenso en personas desentrenadas”. Por ello, abogó por, en estos casos, “hacer ejercicio poco a poco, de marea progresiva y, siempre, por debajo del umbral de lo incómodo, sobre todo, cuando es desconocido. Hay que ser paciente antes de empezar a hacer ejercicio de alta intensidad”.
En su alocución en la conferencia de clausura de la XLV Semana Médica de Bilbao, el Dr. Madaria aludió a algunos mitos y errores comunes de algunos deportistas. Así, por ejemplo, señaló que “no es correcto que se deba beber sin sed”. De hecho, en algunos estudios se ha comprobado que beber agua repetidamente sin tener sed durante la práctica deportiva puede provocar, en algunos casos, hiponatremia, es decir, una bajada del nivel de sodio en la sangre, con importantes complicaciones.
No obstante, el especialista de IMQ recalcó la importancia de una hidratación suficiente, correcta y adecuada a la actividad física que se practica y llamó la atención sobre la conveniencia “de no exprimir el rendimiento físico en condiciones de fuerte calor o humedad. Muchas de las atenciones sanitarias que se realizan en carreras de resistencia que muchos conocemos se deben a que la gente hace un esfuerzo demasiado grande para su organismo con mucho calor o mucha humedad. En días así no se debería ir a mejorar marcas. Además, se debería redoblar la atención sobre posibles síntomas cardiacos, señalados anteriormente, y parar si se nota alguno de ellos”.
Por último, el cardiólogo de IMQ recordó que la estrategia preventiva con más potencial para salvar vidas en casos de muerte súbita “son los distintos dispositivos existentes de desfibrilación”, destacando la conveniencia de tener un acceso fácil y rápido a los mismos, especialmente para este caso, en eventos deportivos.