¿Qué empresa no dice apostar por la calidad? Probablemente, ninguna. Desde la “calidad por inspección” instaurada durante la revolución industrial del siglo XIX, pasando por el concepto kaizen en el Japón de los 50, hasta la idea de “calidad total”, las empresas han interiorizado que cualquier aspiración de éxito sólido y duradero pasa por implementar procesos de calidad transversales a toda la organización, no solo al producto o servicio final.
“Sólo hay una definición de calidad, y esa definición la da el cliente”, leí en los años 90, y lo recuerdo casi a diario, porque también a diario afrontamos pequeños y grandes retos en nuestro objetivo estratégico de alcanzar la calidad acreditada en los 19 hospitales Vithas. En nuestro sector, además de clientes, tenemos pacientes, lo cual multiplica el desafío.
Este pasado mes de febrero, el Hospital Vithas de Granada obtuvo la prestigiosa y exigente acreditación de calidad sanitaria de la Joint Commission International (JCI). Conseguirlo ha supuesto un colosal esfuerzo colectivo de todos los profesionales del hospital, bajo el liderazgo de su Directora Gerente, Dra. Amelia Ávalos, y el pleno respaldo e implicación de los servicios corporativos. Es la tercera acreditación JCI que consigue Vithas, de las tan solo 15 concedidas a hospitales españoles, tras las otorgadas a Vithas Nuestra Señora de América de Madrid y Vithas Xanit de Málaga.
¿Y esto, importa a nuestros pacientes? Es probable que cuando vean el medallón dorado que simboliza la acreditación JCI piensen vagamente que se trata de algún premio o reconocimiento. Pese a ser el más reputado sello de calidad sanitaria de cuantos se otorgan a nivel internacional, hemos de admitir que no goza de gran conocimiento general fuera de los ámbitos estrictamente sanitarios. Sin embargo, es un hecho que los pacientes cada día están más informados, y hoy valoran especialmente la seguridad que un hospital ofrece en sus tratamientos y estancias, el acompañamiento que recibe por parte de la organización, la accesibilidad a sus servicios y la experiencia global. Y estos cuatro elementos son los que la acreditación de calidad JCI evalúa y en su caso acredita, representando una seña de identidad y diferenciación en los hospitales de todo el mundo acreditados por la JCI.
Somos plenamente conscientes que a veces fallamos a nuestros pacientes, analizamos cada fallo y aprendemos con ellos. La acreditación de calidad JCI no es una meta, es un camino, una forma de concebir, organizar y desempeñar nuestro trabajo cada día mejor.