La Cardiología Intervencionista será la especialidad que marcará al sector sanitario del futuro, pues se trata de un campo “en crecimiento constante”, el cual tendrá “una repercusión importante en la salud de la gente y de la sociedad en general”, tal y como afirma Armando Pérez de Prado, jefe de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del Complejo Asistencial Universitario de León. Esa es una de las conclusiones del Curso Coronario y Estructural que se ha organizado en la ciudad de Madrid durante los días 15, 16 y 17 de noviembre.
Concretamente, ahondar en la investigación y en el desarrollo de terapias diagnósticas y de tratamiento en ese campo traerá crecimiento económico para el país, según señala el especialista: “La riqueza de un país empieza con la inversión en innovación y en investigación. Depender de todo lo que se hace en otros países supone empobrecer el país en todos los sentidos. Y creo que debemos apoyar todo el desarrollo de investigación, de innovación, de todos los dispositivos y de nuevas terapias dedicadas a la Cardiología Intervencionista”.
Para profundizar en ese ‘camino’, el cónclave de los cardiólogos intervencionistas ha puesto de manifiesto la importancia de contar con una industria fuerte y decidida en la consecución de los objetivos que mejoren los resultados en salud. “Tenemos que estar a la vanguardia de la innovación, que es muy importante en un sector en el que la tecnología es tan avanzada. Esto es lo que realmente puede aportar la diferencia”, recalca Ignacio Pascual, director de Cardiología y Neurovascular de Cardiva.
La compañía ha aprovechado la reunión de los profesionales coronarios para presentar tres proyectos: una guía de presión para los implantes de válvulas aórticas (TAVI) “completamente innovadora”, un campo de innovación en el diagnóstico por imagen cien por cien no invasivo mediante el análisis del TAC coronario, y un sistema integral de solución logística mediante tecnología por radiofrecuencia para “controlar completamente y en tiempo real todo el material que está en las salas de hemodinámica”. El beneficio de esto es, según añade Pascual, tener bajo control el stock material de los hospitales de manera “mucho más avanzada” y “controlar el consumo”, logrando un importante “ahorro de costes”.
Impacto directo en el futuro sanitario
Se trata, tal y como asegura el representante de Cardiva, de tres líneas de trabajo que generarán “un impacto muy importante” en el sector de la salud. “Estamos presentando proyectos y dispositivos completamente innovadores y estamos convencidos de que, en los próximos años, este sector y la Cardiología Intervencionista, tanto en el campo coronario como en el estructural, caminarán por ahí”, comenta a este diario Pascual.
iVascular es otra de las compañías que está trabajando en esa dirección, para lo que están empezando a llevar a cabo un estudio con más de 2.500 pacientes en el que compararán su dispositivo con el de la competencia. El objetivo es, según recalca Natalia París, directora de Marketing de iVascular, “evidenciar que estamos aportando uno de los mejores stents al mercado para aquellos pacientes que necesitan que el médico les ponga un dispositivo como estos”.
Y es que, para ello, la compañía debe asegurarse de que “es seguro su tratamiento a largo plazo”, lo que ‘allanaría’ a los profesionales sanitarios y pacientes, y mucho, el tratamiento de las patologías coronarias. “El objetivo es ir mejorando los dispositivos que tenemos actualmente para aportar valor a la hemodinámica, reforzando mucho más tanto nuestro stent con fármacos, como el balón con fármaco”, explica París.
Fisiología coronaria marcará el futuro cardiológico
Dentro de la Cardiología Intervencionista y del peso que obtendrá dentro de la propia especialidad, los facultativos señalan que la fisiología coronaria será una de las facetas que “más interesante” será. También habrá que tener en cuenta, según incide Javier Robles, coordinador de Hemodinámica del Hospital Universitario de Burgos, las plataformas de stent vía absorbibles que todavía necesitan unas mejoras, el tratamiento de las bifurcaciones para hacerlos más simple, y el desarrollo de nuevas técnicas para el tratamiento de las lesiones calcificadas. “Ese es para nosotros el primer enemigo”, subraya Robles, augurando que por el “calcio de las coronarias es por donde puede evolucionar” la innovación sanitaria dentro de la Cardiología Intervencionista.
Para ello, Pérez de Prado apunta hacia el balón farmacoactivo: “La aparición de balones farmacoactivos que funcionen, tengan resultados clínicos eficientes y tan satisfactorios como el stent, puede ser muy interesante”. No obstante, el facultativo señala que no sería utilizable en todos los casos, pero sí podría convivir con el stent, sin sustituirlo necesariamente, para conseguir tratamientos “mucho más efectivos a largo plazo”.