El año 2021 ha sido el de la gran apuesta de Cardiva por la reducción de su huella ecológica. Además del compromiso firme con la certificación en los estándares de gestión de la Calidad y Ambiental (ISO 9001 e ISO 14001), la compañía se ha volcado en una correcta segregación de residuos que, dadas las circunstancias actuales, ha incluido la separación de las mascarillas usadas en los espacios de trabajo, y ha adaptado sus productos y hábitos para sustituir el plástico por productos más sostenibles.
Igualmente, Cardiva ha incorporado las últimas tecnologías de ahorro energético en las instalaciones y formas de trabajar (vehículos híbridos, led, detectores de presencia y reguladores de niveles de iluminación…), así como la contratación de energía verde.
Además, sus especialistas han impartido formación continua, tanto interna como externamente, a sus colaboradores en materia de gestión y cuidado medioambiental. En esta misma línea, se han llevado a cabo campañas de sensibilización, como #PlanetaCardiva, un concurso de fotografía en redes sociales dirigido a empleados, con el fin de crear conciencia sobre la naturaleza, la sostenibilidad, el cambio climático y el medio ambiente.
El objetivo de la compañía en 2022 es seguir avanzando por el camino de la protección medioambiental y poner en marcha nuevas iniciativas que involucren a sus trabajadores en el compromiso de velar no solo por el bienestar de los profesionales sanitarios y de los pacientes, sino, también, por el planeta.