La evidencia científica ha demostrado que es necesario un cambio de abordaje en la manera de tratar a la persona que padece una enfermedad crónica. La obesidad es una de estas enfermedades y, en concreto, la experiencia clínica demuestra que una comunicación de calidad y llevar a cabo una entrevista motivacional favorecen la implicación y la adherencia al tratamiento de las personas con obesidad. “No obstante, es imprescindible que nos planteemos si podemos hacerlo mejor, es decir, acercarnos más a las necesidades de la persona con obesidad y lograr comunicarnos de una manera más efectiva”, afirma la doctora Violeta Moizé, dietista nutricionista en el Hospital Clínic de Barcelona y presidenta de la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (SEDYN).
Sobre esta necesidad de la humanización de la atención al paciente con obesidad, así como de la importancia de ahondar en el tratamiento de la obesidad desde una perspectiva multidisciplinar, han reflexionado y compartido conocimientos expertos de diferentes especialidades reunidos en Barcelona en el encuentro Obesity Talks Humanización, organizado por Novo Nordisk. Para la doctora Mercé Balcells, médico psiquiatra jefa de la Unidad de Conductas adictivas del Hospital Clínic de Barcelona. Especialista en adicciones y patología comórbida, “debemos prestar a la obesidad y a toda su morbi-mortalidad asociada la atención prioritaria que merece y hacerlo en un contexto sanitario que aporte soluciones y dignidad a estos pacientes”.
Al respecto, la doctora Moizé comenta que durante los últimos años las guías clínicas especificas han evolucionado y planteado un cambio de paradigma en el tratamiento de la obesidad pasando de un trato paternalista a un cuidado centrado en el paciente. Desde su experiencia, esta experta indica que, “la toma de decisiones compartida facilita la adhesión del paciente al nuevo plan de vida que necesita para controlar su enfermedad”.
Del paciente a la persona con obesidad
La globalización y la pandemia están favoreciendo que la población española adquiera cada vez más hábitos de vida menos saludables y, con ello, haya un aumento preocupante de personas con obesidad. “A esto se une que, en nuestro país, existe un importante estigma hacia los pacientes con obesidad. A menudo, se culpabiliza a las personas con obesidad y la responsabilidad del cambio recae exclusivamente en ellos”, señala la doctora Balcells.
Y como llama la atención la doctora Moizé, “este estigma no solo se encuentra en la Sociedad, sino también en los centros de salud”. Pero como manifiesta la doctora Balcells, “los cambios requieren tiempo y recursos y esto es también aplicable a la actitud terapéutica. Actualmente los pacientes tienen mayor acceso a la información y a multitud de estímulos contradictorios respecto a la comida y a los hábitos sedentarios. Así, los terapeutas dejamos de ser la única fuente de información y debemos trabajar con fenómenos como la ansiedad, la ambivalencia o la resistencia al cambio”.
En este sentido, ambas expertas coindicen en que, “trabajar de una forma holística, acercándonos al paciente de forma más humana con aceptación y empatía será crucial para poder acompañarle en este proceso de cambio de hábitos que puede ser recidivante y crónico. El respeto a la persona y su valores son importantes para establecer un vínculo terapéutico que genere cambio e incremente la adherencia terapéutica”.
Entrevista motivacional: imprescindible
Una de las claves de la humanización en la atención al paciente con obesidad está en la entrevista motivacional. “Esta es una de las mejores herramientas que permite conocer las necesidades de nuestros pacientes. Se trata de preguntar, escuchar, ofrecer información y ofrecer planes de abordaje (que pueden aceptar o no)”, detalla la doctora Moizé.
La entrevista motivacional es un abordaje terapéutico que se centra en estrategias de relación y comunicación con el paciente que permiten el cambio hacia hábitos más saludables. Y como aclara la doctora Balcells, “para que una entrevista pueda considerarse motivacional tiene que incluir un vínculo terapéutico, un objetivo claro compartido y un proceso de evocación, tanto de los motivos y las razones de la persona para cambiar, como de las habilidades y estrategias propias de cada persona”.
Así que, “es clave, para conseguir la humanización de la atención al paciente con obesidad, que los profesionales de la salud puedan disponer de estas herramientas y soluciones útiles para su día a día. En definitiva, más educación y formación”, concluyen las expertas.