En los más de doce años transcurridos desde su creación, Moderna ha pasado de ser una empresa en fase de investigación que desarrollaba programas en el campo del ARN mensajero a una empresa con una amplia cartera clínica de vacunas y terapias en investigación. Juan Carlos Gil, director general de la compañía para España y Portugal, analiza en esta entrevista cómo lo han conseguido y lo que queda por delante.
¿Qué claves han convertido a Moderna en uno de los laboratorios farmacéuticos más importantes a nivel mundial?
En los más de 12 años transcurridos desde su creación, Moderna ha pasado de ser una empresa en fase de investigación que desarrollaba programas en el campo del ARN mensajero a una empresa con una amplia cartera clínica de vacunas y terapias en investigación. Desde el primer momento, el objetivo corporativo era claro: crear una nueva generación de medicamentos transformadores basados en la tecnología del ARN mensajero.
En Moderna estamos comprometidos con una visión más amplia de la innovación y el avance en el campo de la medicina. Más allá de las vacunas contra el COVID-19, nuestro trabajo es reconocido por nuestra investigación y desarrollo de diversas terapias basadas en el ARNm que tienen como objetivo ofrecer soluciones a problemas de salud que aún no las tienen.
Esto no es solo un discurso corporativo. La prueba de esto es que desde 2021 Moderna ha invertido a nivel nacional cerca de 500 millones de euros con el objetivo de impulsar la ciencia para mejorar la vida de las personas, las que tienen alguna patología y son pacientes, pero también de los que no lo son. Una inversión que, sin duda alguna, está contribuyendo a posicionar a nuestro país a la vanguardia de la innovación y la medicina mundial.
Desde 2020, con el estallido de la pandemia, nuestro país ha sido, y sigue siendo, un socio de elección estratégica para la compañía. La cooperación y la buena sinergia de Moderna con España han hecho que nuestro país sea un mercado clave para el crecimiento y la evolución de Moderna a nivel global. Esto se ha materializado con la puesta en marcha de MadridLab, el nuevo Centro Internacional de Excelencia Analítica y nueva sede de Moderna, en Madrid, una inversión científica clave, ya que ahora contamos con capacidades de fabricación integrales en Europa. Algo crucial para satisfacer las demandas de nuestra cartera de productos. También por la alianza que mantenemos con Rovi y gracias a la que, desde nuestro país fabricamos y distribuimos vacunas a más de 60 países fuera de los mercados de EE. UU.
Nada de lo anterior habría sido posible sin nuestra plataforma de ARNm. Esta tecnología está transformando la forma en que concebimos y abordamos enfermedades. Estamos entrando en una era de medicina más personalizada y precisa, que representa un cambio fundamental en la forma en que desarrollamos y aplicamos tratamientos, y que revelará importantes avances en la mejora de la salud y el abordaje de diferentes patologías en los próximos años.
¿Qué papel juega la innovación y la investigación en Moderna?
La innovación y la investigación son los pilares de nuestra actividad. Son las que impulsan a nuestros científicos a desarrollar nuevas vacunas y tratamientos, y a la compañía en su conjunto a poner al alcance de la comunidad médica y de la sociedad soluciones terapéuticas eficaces que puedan prevenir y tratar algunas de las enfermedades que más impacto tienen en la población.
Además, y para que la innovación no se detenga y potenciar nuevas vías de investigación, desde Moderna contamos con la iniciativa “mRNA Access”, un programa que ofrece a los investigadores el uso de nuestra tecnología de ARNm para explorar nuevas vacunas contra enfermedades infecciosas emergentes o desatendidas. Un programa que está permitiendo a los investigadores explorar nuevos diseños de vacunas para una posible "Enfermedad X", un concepto teórico acuñado por la OMS para un supuesto patógeno que podría propagarse rápidamente por todo el mundo y que podría ser hasta 20 veces más letal que el coronavirus.
¿Qué líneas de investigación planean seguir en los próximos años?
Las noticias y actualizaciones son constantes. Estamos logrando avances significativos en nuestra cartera de productos en las áreas de las enfermedades respiratorias, inmunooncología y enfermedades raras. Asimismo, y aunque nos encontramos en un escenario endémico, el SARS-CoV-2 sigue siendo una prioridad para nuestra compañía.
Moderna continúa estudiando y analizando las nuevas variantes que surgen y adaptando sus vacunas para seguir brindando protección y seguridad a la población más vulnerable y garantizando que los países tengan acceso a un suministro adecuado en 2024 frente a las variantes emergentes. Para conseguirlo, continuamos trabajando y colaborando con las administraciones para volver a formar parte de las compañías que proveen a los europeos de vacunas contra la Covid, como lo hicimos durante la pandemia.
También hemos presentado solicitudes reglamentarias en todo el mundo para una vacuna contra el VRS en adultos mayores de 60 años, con datos de eficacia superiores al 83% en los ensayos clínicos. Por otra parte, también hemos presentado resultados positivos de fase 3 para nuestro candidato antigripal y, en 2024, la empresa también espera presentar datos sobre una combinación de nueva generación de COVID y antigripal.
Los avances en el campo de la inmunooncología están siendo también muy prometedores. Moderna sigue demostrando el beneficio clínico potencial de su programa INT. En colaboración con MSD (conocida como Merck en Estados Unidos y Canadá), seguimos desarrollando terapias personalizadas e inscribiendo ensayos de fase 3 en melanoma y cáncer de pulmón no microcítico. Además, como anunciábamos recientemente, ambas compañías tenemos previsto seguir colaborando para iniciar nuevos estudios clínicos en otros tipos de tumores en 2024.
A corto plazo, también esperamos avances también en nuestra franquicia de enfermedades raras.
¿Cómo van a ser los medicamentos del futuro?
Los medicamentos del futuro ya están aquí. Así lo ha manifestado Farmaindustria en una de sus últimas publicaciones y no puedo estar más de acuerdo. Ya estamos trabajando en soluciones más personalizadas, precisas, eficaces y seguras para la sociedad. Con cereza, estas son características de cualquier medicamento o vacuna que se esté estudiando en la actualidad y también en un futuro.
Según datos de la asociación americana de la industria farmacéutica, las compañías farmacéuticas mantienen en desarrollo más de 6.300 proyectos de investigación de nuevos tratamientos en fases clínicas. Estas cifras demuestran el compromiso del sector por continuar transformando la medicina y la inversión creciente en I+D.
En el caso concreto de Moderna, está apuesta por la innovación quedó patente con la pandemia de la Covid-19, pero no sé detiene ahí. Estamos demostrando las posibilidades que ofrece la medicina ARN mensajero y como, a través de ella y de su versatilidad, estamos creando una generación de medicamentos que tiene y tendrá un gran impacto positivo en la vida de las personas. Actualmente, estamos trabajando en distintas modalidades terapéuticas para patologías que ahora no tienen soluciones óptimas o no tienen. En los próximos cinco años, la empresa espera lanzar hasta 15 nuevos productos e introducir hasta 50 nuevos candidatos en ensayos clínicos.
¿Consideran que la industria farmacéutica requiere de más apoyo por parte del Estado en España?
La actividad que realizamos desde la Industria Farmacéutica es crucial para la salud de las personas, pero, por supuesto, no es un trabajo unilateral, si no que necesitamos del apoyo y colaboración de muchas partes para fomentar la investigación, el desarrollo de medicamentos y la producción local, y que el objetivo final sea siempre que la innovación llegue cuanto antes a los pacientes.
Para ello, es esencial contar con un marco regulador que fomente la innovación al tiempo que garantice la seguridad y eficacia de los productos médicos. Un proceso de aprobación eficiente y eficaz es esencial para atraer inversiones y acelerar el desarrollo. Debemos tener en cuenta todo el valor social que esto aporta, incluido el ahorro en costes hospitalarios, otros recursos sanitarios y no sanitarios, y el impacto en la productividad y la generación de empleo.
Por último, como he mencionado al principio, la innovación debe llegar a los pacientes lo antes posible. Esto es fundamental y por lo que trabajamos a diario. La falta de acceso a medicamentos innovadores en España en los últimos años está perjudicando la calidad, la efectividad, la cohesión y la equidad del Sistema Sanitario. El principal perjudicado es el paciente, que no puede acceder a los tratamientos más eficaces o lo hace con mucho retraso o en condiciones restringidas. Debemos, trabajar juntos, y alcanzar un escenario en el que la sostenibilidad del sistema y la calidad de vida del paciente sean la prioridad. Algo con lo que la industria farmacéutica ya está firmemente comprometida.
¿Cómo valoran en Moderna el trabajo que lleva a cabo el IDIS?
Es una labor sustancial. Habéis creado un espacio donde aunarnos y superar los retos presentes y futuros en el ámbito sanitario poniendo el foco siempre en el bienestar del paciente, del profesional y contribuyendo, a su vez, a potenciar la innovación y a mejorar la eficiencia y calidad del sistema de salud. Asimismo, quiero destacar la apuesta formativa en salud, que permite a los profesionales estar al tanto de los avances médicos, las mejores prácticas y las nuevas tecnologías, lo que contribuye a proporcionar una atención de mayor calidad a la sociedad.