Las últimas tendencias en la gestión de los recursos humanos subrayan la importancia de tener en cuenta las emociones de las personas y de los equipos a los que pertenecen. Esta ha sido una de las conclusiones del II Foro Directivo en Innovación y Gobierno, organizado por la Fundación Pfizer en colaboración con la Fundación IDIS, en el marco de la Cátedra Pfizer en Gestión Clínica, que se ha centrado en la gestión del talento, poniendo el énfasis en sus implicaciones en las organizaciones sanitarias y, concretamente, en el marco de la asistencia privada.
Fotografía de familia de los participantes. |
Durante la jornada, directivos de la sanidad privada han podido profundizar sus conocimientos en este ámbito que va más allá de pensar en cómo gestionar a las personas. “La gestión del talento abarca, además de a las personas, al conocimiento y a la cultura”, ha explicado Joaquín Oset, director de Recursos Humanos de CGI y profesor especializado en Organización y Recursos Humanos. Estos tres pilares, según ha resaltado, “se deben gestionar como un todo” en lo que este experto denomina “gestión inteligente del talento”.
“Este aspecto es especialmente relevante para organizaciones basadas en el conocimiento, como son las organizaciones sanitarias, que deben ser capaces de integrar los conocimientos especializados de sus miembros dentro de una cultura de mayor corresponsabilidad, orientada a la eficiencia y a los resultados; permitiendo a su vez la autonomía profesional y la innovación”, ha expuesto.
Tener en cuenta las opiniones y las emociones
“Actualmente las nuevas generaciones profesionales –y los de la sanidad privada no son una excepción– buscan entornos laborales abiertos, colaborativos y transparentes”, ha expresado Oset, quien ha relacionado el hecho de que los trabajadores sientan que los aspectos anímicos son también tenidos en cuenta. “La capacidad de las organizaciones para crear el estado emocional adecuado para que sus profesionales desarrollen con éxito su actividad nos permitirá generar mentalidad de talento y alcanzar la excelencia desde los valores y objetivos de la organización”, también ha recalcado la importancia de aspectos inmateriales como los valores, las emociones o los sentimientos en la actividad asistencial.
Reconocimiento del talento
Por su parte, Lola Ruiz Iglesias, experta en gestión sanitaria e impulsora de la Cátedra Pfizer en Gestión Clínica, ha señalado que las organizaciones sanitarias son “en esencia, organizaciones del conocimiento, porque en ellas el conocimiento de sus profesionales se proyecta en forma de diagnósticos, tratamientos y cuidados que, en esencia, constituyen el elemento que las define y diferencia de otras organizaciones”. Por tanto, la labor de los directivos debe centrarse en gestionar el talento y conocimiento de sus profesionales y conjugarlo con los aspectos organizativos.
“Sin el talento de los profesionales, como individuos y como colectivo, y sin la capacidad de la organización como sistema, para convertir ese talento en un conocimiento global de la misma, el riesgo de fisuras en la calidad del servicio sería alto y pondría en cuestión su valor social”, ha expresado Ruiz Iglesias. En ese sentido, “captar, mantener, potenciar y difundir el conocimiento debe de ser el factor crítico de la función de un directivo en estas organizaciones”, ha añadido.
Estructuras transversales
En este sentido, Manuel Vilches, director general de la Fundación IDIS, ha querido hacer mención al modelo de gestión en la sanidad privada, indicando que “reconocer el esfuerzo y procurar la implicación de todos es clave para conseguir una estrategia basada en objetivos, clara y transparente, que beneficia al colaborador y a la propia empresa”. Además, también ha incidido en las tendencias actuales sobre gestión del talento, comentando que “hemos pasado de estructuras jerarquizadas a otras trasversales donde el trabajo en equipo multidisciplinar es fundamental. En el ámbito sanitario, ello permite alcanzar mejores resultados de salud, aprovechando el conocimiento y expertise de pacientes, profesionales e instituciones”.
Por su parte, Sergio Rodríguez, presidente de la Fundación Pfizer, ha señalado que este foro “refuerza los objetivos de la Cátedra Pfizer en Gestión Clínica”, que consisten en promover que las oportunidades que conlleva la aplicación de la innovación lleguen a los modelos de gobiernos de las organizaciones sanitarias. “La unión de conceptos como la gestión del talento y la gestión del conocimiento, de los que se ha tratado ampliamente en este Foro, puede provocar un cambio sustancial en las organizaciones sanitarias que permitirá alcanzar cotas cada vez más altas en la mejora de la atención y de la calidad de vida de los pacientes, y a la vez facilitará la incorporación de más innovación enfocada a los pacientes”, ha concluido Rodríguez.