El dolor musculoesquelético es frecuente en niños y adolescentes y en la mayoría de los casos es de carácter benigno, pero, en ocasiones, el dolor articular puede ser una manifestación de una enfermedad sistémica como la artritis idiopática juvenil y otras conectivopatías.
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), la artritis idiopática juvenil (AIJ) hace referencia a un grupo heterogéneo de enfermedades inflamatorias de origen desconocido que comienzan durante la infancia y cuya manifestación común es la artritis.
¿Cuáles son los síntomas de la AIJ?
Los síntomas principales de la artritis idiopática juvenil son los de la artritis: dolor, hinchazón y aumento de calor en las articulaciones, con rigidez y dificultad para realizar los movimientos.
Aunque puede que, a veces, la artritis comience sin darnos cuenta, de forma lenta y progresiva, tal y como señala el Dr. Luis Sala Icardo, responsable de la consulta de Reumatología pediátrica del HUSR y miembro del Grupo de trabajo de Reumatología pediátrica de la SER, de la Sociedad Española de Reumatología pediátrica (SERPE) y de la Sociedad Europea de Reumatología Pediátrica (PReS): “en general, la artritis juvenil presenta mucho retraso diagnóstico, ya que un dolor localizado puede achacarse a un golpe o una caída y ser tratado como un esguince o una lesión deportiva hasta que, viendo la mala evolución, se decide derivar a la consulta de reumatología pediátrica.
La AIJ puede afectar desde una articulación a decenas de forma simultánea, siendo más difícil de detectar cuando afecta a una sola articulación y esta no presenta signos evidentes de inflamación externos”.
¿Cuándo consultar a un reumatólogo?
El diagnóstico precoz y el tratamiento temprano son determinantes a la hora de combatir las enfermedades reumatológicas en los menores, añade el Dr. Sala Icardo, por ello, “se debe consultar con un reumatólogo ante un proceso de dolor de una o varias articulaciones sin causa clara. Sabemos que en la infancia es muy frecuente tener dolor habitual, especialmente a final del día. Debemos sospechar algo más cuando el dolor es continuo, diario y/o asocia limitación de la articulación afecta, como cojera, o muestra signos de inflamación”.Asimismo, “también puede ser sospechoso un dolor que aparece con predominio matutino y parece que mejore ‘al calentar’, por ejemplo cuando la niña o el niño llevan 1 o 2 horas en el colegio”.