El grupo sanitario Ribera lleva más de 25 años desarrollando políticas que contribuyen al desarrollo sostenible de su actividad. Vinculado a su política de salud responsable, el grupo apuesta por la protección del medio ambiente y la prevención de la contaminación, consciente de que su compromiso también influye favorablemente en la salud y bienestar de los ciudadanos de las áreas en las que opera. De hecho, en la Memoria de sostenibilidad de 2022 del grupo, que se publicará próximamente, se pone en valor que el 84% de la energía que se consume en sus doce hospitales, 64 centros de Atención Primaria y 35 policlínicas del grupo sanitario Ribera es de origen renovable.
En el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente, el grupo Ribera ha querido destacar algunos de los indicadores medioambientales más importantes de su actividad. El Día Mundial del Medio Ambiente es la plataforma mundial más grande para la divulgación ambiental y lo celebran millones de personas en todo el mundo, dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y celebrado cada 5 de junio desde 1973. La ONU hace este año un llamamiento urgente para “mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados este siglo, reduciendo a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030”. Si no actuamos ya, asegura, “la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta década”. “El tiempo se acaba y la naturaleza se encuentra en situación de emergencia”, destacan en la campaña de este año, cuyo vídeo puedes ver en este enlace.
El grupo sanitario Ribera cuenta con numerosas certificaciones ambientales y con una Política Ambiental corporativa que resulta de aplicación a todas sus actividades. La gestión de la energía, de los residuos y del desarrollo, así como la monitorización constante de los resultados de la estrategia climática son algunos de los ejes sobre los que pivota la política medioambiental. A las certificaciones obtenidas en años anteriores y que se renuevan anualmente, se añaden en 2022 la certificación ISO 14001 de Sistemas de Gestión Medioambiental del Hospital Universitario del Vinalopó y la certificación de Huella de Carbono en los hospitales de Denia, Ribera Hospital de Molina (Murcia) y Ribera Juan Cardona (Ferrol).
A lo largo de los años, Ribera ha adoptado las medidas oportunas en relación con la protección y mejora del medio ambiente y la minimización, en su caso, del impacto medioambiental, cumpliendo con la normativa vigente al respecto. Pero, además, durante 2022, ha desarrollado planes de acción centrados en ampliar los hospitales con su huella de carbono certificada; realizar el registro de la huella de Carbono en el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico; seguir reduciendo el uso de plástico; formar a los profesionales en buenas prácticas medioambientales, haciendo especial énfasis en la correcta segregación de residuos; y sensibilizar en el uso sostenible de recursos.
El grupo sanitario destina casi un millón de euros a la prevención de riesgos ambientales. Además, el grupo destaca que el Hospital del Vinalopó cuenta con cuatro acreditaciones Joint Commission International (Enterprise, Programa de Cirugía de ByPass coronario, Departamento de Salud del Vinalopó y Hospital) y el hospital Ribera Povisa también ha sido acreditado por la Joint Commission International. Esta es la acreditación sanitaria más prestigiosa que permite a estos hospitales del grupo figurar entre los mejores centros del mundo. De hecho, uno de los aspectos clave para obtenerla es acreditar una buena gestión de los riesgos, en concreto de la parte medioambiental de la gestión.
El grupo dispone de planes de gestión de residuos que tienen por objetivo divulgar la información sobre tipo, ubicación, identificación, condiciones de almacenamiento, uso seguro y eliminación de materiales y residuos hospitalarios, cada uno acorde con su clasificación. El 77% de los residuos generados por el grupo se categorizan como “no peligrosos”.
Reducción del desperdicio alimentario y del consumo energético y de agua
La gestión para la reducción del desperdicio alimentario es otro de los ejes de la política medioambiental del grupo. Por ejemplo, en el hospital Ribera Juan Cardona se han comprometido a reducir a la mitad el desperdicio alimentario a través del programa Stop Food Waste, el Hospital de Torrejón dispone de un protocolo contra el desperdicio alimentario, fruto del cual ha logrado reducirlo en un 49% respecto a 2021. En el Hospital Ribera Povisa, por ejemplo, priorizan la compra de productos en monodosis, de manera que la merma en la preparación de las comidas es mínima.
Por lo que respecta al consumo energético del grupo, en 2022 se ha reducido un 15% respecto al año anterior. Además, Ribera sigue apostando por la generación de energía renovable y por la compra a comercializadoras de energía eléctrica renovable. Estas medidas buscan disminuir la huella de carbono del grupo a través del uso y la producción de energías renovables. Durante el año pasado, se han sumado al uso de energía eléctrica renovable el Hospital Ribera Polusa y la Clínica Santo Domingo, los hospitales Ribera Povisa y Ribera Juan Cardona y el Departamento de Salud de Denia. Junto con el Hospital de Torrejón, Vinalopó y sus centros salud y Ribera Hospital de Molina, el Grupo ha comprado 34.413,63 mWh de electricidad de origen 100% renovable, lo que representa el 84% del total de la electricidad comprada durante este ejercicio.
Respecto a la energía renovable producida, el grupo sanitario Ribera dispone de placas solares en los Hospitales Vinalopó, Torrejón, Juan Cardona y Molina del Segura. Además, el Hospital Molina del Segura dispone de energía solar térmica, que, junto con la fotovoltaica, supone un incremento del consumo de energías procedente de fuentes renovables. Estas placas se utilizan para el consumo de agua caliente y generación de electricidad, logrando un ahorro de energía en la producción de agua caliente.
Otro dato que confirma la apuesta por la reducción del uso de recursos escasos es el menor consumo de agua registrado en 2022 con respecto a 2021. Garantizando siempre la seguridad de los pacientes, el grupo apuesta por la concienciación ciudadana y de los propios profesionales para un uso sostenible de estos recursos. Y con estas políticas y campañas de concienciación, en solo un año se han reducido en 36.600 los metros cúbicos consumidos.