Cada año el cáncer de piel en España aumenta su incidencia un 10 por ciento y se diagnostican un total de 78.000 casos nuevos. De estos, casi el 95 por ciento pertenecen al cáncer de piel no melanoma, con 74.000 afectados nuevos cada año. Este tipo de cáncer se produce en la capa más externa de la piel y el factor de riesgo más importante es la exposición crónica y prolongada a la radiación ultravioleta del sol, sobre todo durante la época estival, cuando aumenta considerablemente la exposición solar de los españoles.
La prevención es crucial para evitar su aparición. |
Por este motivo la prevención es crucial, más aún en verano, tal como explica David Esteban, oncólogo radioterápico de GenesisCare, “la experiencia de casi 30 años en el tratamiento de cáncer nos demuestra que una adecuada prevención es un factor decisivo para evitar la aparición de cáncer de piel no melanoma”.
La piel tiene un gran efecto ‘memoria’ y daños cutáneos que se producen durante la juventud pueden desarrollar problemas irreversibles años más tarde. De hecho, este tipo de tumor suele aparecer a partir de los 50 o 60 años. En este momento, el tratamiento es clave y la radioterapia es una técnica indicada puesto que “permite resultados favorables en pacientes con cáncer de piel no melanoma” explica Esteban quien señala que “la radioterapia de última generación ha evolucionado tecnológicamente hasta conseguir un nivel de gran precisión y versatilidad”.
Compañía internacional pioneros en el tratamiento de cáncer de piel
GenesisCare es pionera en el tratamiento de cáncer de piel no melanoma en Australia donde el 80% de los casos nuevos de cáncer diagnosticados anualmente son de piel. Con el fin de ofrecer los mejores tratamientos a los pacientes, la compañía utiliza tecnología de alta precisión que permite resultados favorables en casos de cáncer de piel no melanoma, como VMAT (arcoterapia volumétrica modulada), una técnica innovadora que administra tratamiento con fotones en áreas que anteriormente no se trataban fácilmente con radioterapia ni de manera efectiva.
La radioterapia, según ha explicado Esteban “ofrece una alternativa a la cirugía eficaz para tratar el cáncer de piel no melanoma, especialmente los situados en ubicaciones anatómicas donde el injerto o la reconstrucción es técnicamente difícil o cuando la elección del paciente o las comorbilidades médicas impiden la cirugía”. La duración del tratamiento puede variar entre un día y seis semanas, dependiendo de los factores clínicos del paciente, y ofrece altas tasas de control como señala el oncólogo radioterápico, “se puede llegar a controlar hasta el 90%-95% de los casos después de 5 años, con resultados estéticos de calidad”.
Estos tratamientos son adecuados para pacientes con múltiples cánceres de piel, con área de afectación extensa o en localizaciones complejas que dificultan un nivel aceptable de eliminación y estética.