Manuel Vilches, director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). |
La Inteligencia Artificial (IA) es una realidad que se va consolidando paso a paso en las organizaciones sanitarias, si bien su incorporación al sistema de salud representa un importante reto. Su contribución a la mejora de la gestión, por un lado, y su utilidad como herramienta de ayuda al profesional en el diagnóstico y tratamiento, por otro, la han convertido en una prioridad en el entorno de la transformación digital sanitaria. De hecho, el 95% de las empresas españolas consideran que la IA les permitirá optimizar sus operaciones. “La IA es una herramienta esencial para procesar datos de información sanitaria, mejorar diagnósticos y tratamientos, reducir costes, anticipar episodios con alertas inteligentes, optimizar recursos, realizar una medicina personalizada y permitir que el profesional disponga del conocimiento preciso en el momento concreto que lo necesite. Por ello, esta herramienta tiene el poder de configurar perfiles profesionales y en el futuro la IA formará parte del día a día del trabajo de los profesionales”: así se ha puesto de manifiesto durante el II Foro IDIálogoS, organizado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), tal como ha resumido Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo y Comunicación del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) y moderador de la sesión.
El director general de IDIS, Manuel Vilches, ha denunciado por su parte que "sin historia clínica interoperable no puede haber aplicación de la inteligencia artificial en sanidad". Vilches ha afirmado que "la interoperabilidad en este país es un desastre" y que "para tener IA necesitas datos, si no es como si tienes un coche eléctrico precioso pero sin electricidad". "Hay que empezar por trabajar en lo que podemos cambiar. Vamos a juntar todos los datos que tenemos.Tenemos 'teras' de datos diarios en sanidad pero no somos capaces de ir al Hospital de Toledo, por ejemplo, si somos de Madrid, y que vean la historia clínica que tenemos", ha añadido.
Este ha sido uno de los elementos tratados en un foro que ha sido moderado por Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo y Comunicación del IDIS, y que también ha contado con la participación de Marta del Amo, jefa de redacción de MIT Technology Review en español, Julia Díaz, directora de Innovación del área Health and Energy Predictive Analytics en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento, Marcio Borges, jefe de la Unidad Multidisciplinar de Sepsis del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Son Llàtzer, Jesús Chapado, director de Innovación de Naturgy y José Carlos Baquero, Big Data y Artificial Intelligence Division Head-Secure e-Solutions de GMV.
Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo y Comunicación de la Fundación IDIS; José Carlos Baquero, Big Data & Artificial Intelligence Division Head - Secure e-Solutions en GMV; Julia Díaz, directora de Innovación del área Health and Energy Predictive Analytics en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento; Manuel Vilches, director general de la Fundación IDIS; Marta del Amo, jefa de redacción de MIT Technology Review en español; Marcio Borges, jefe de la Unidad Multidisciplinar de Sepsis del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Son Llàtzer; y Jesús Chapado, director de Innovación de Naturgy, |
Aplicación de la inteligencia artificial en sanidad
Las herramientas de inteligencia artificial pueden obtener su aprendizaje de diversas formas. Una de las más comunes es el procesamiento de imágenes o audios, lo que significa que almacenan la información y recuerdan cómo han actuado con esa imagen o audio concreto y qué errores cometieron. Así, en caso de que la situación se repita, actuarán correctamente. Este proceso es similar para todas las herramientas, por ejemplo, las que deben comprender el lenguaje natural puede que en principio no entiendan a determinadas personas, pero en poco tiempo son capaces de reconocer distintos timbres, acentos, palabras más difíciles de pronunciar, etc. Lo mismo ocurre con las que procesan la información genómica o las que tienen sensores, ya que van corrigiendo los errores que cometen con la información que reciben a través de ellos. En definitiva, las herramientas de inteligencia artificial trabajan con bases de datos donde almacenan cantidades ingentes de información que les sirven para no reiterarse en sus fallos y progresar continuamente.
Del Amo ha sido la encargada de hacer el primer diagnóstico sobre en qué punto de desarrollo se encuentra la IA: "Está terminando la época del boom de esta tecnología. Se originó en los 50 y hasta hace poco se ha quedado a nivel académico. No fue hasta 2006 cuando un investigador hizo un rediseño matemático con el que consiguió una eficiencia tremenda y permitió desarrollar nuevas aplicaciones para la inteligencia artificial. Ahora forma parte de nuestro día a día aunque no lo sepamos. Cuando digo que estamos al final de boom me refiero a que los investigadores se han vuelto a encontrar con una frontera y es que los sistemas de IA no pueden lidiar con la incertidumbre. Esta es la razón por la que están tardando tanto en llegar los coches autónomos".
Ahora bien, ¿hasta qué punto será importante la inteligencia artificial en el sector sanitario? A este respecto Mugarza ha señalado que esta innovación supondrá "una mejora en la gestión, el diagnóstico y el tratamiento. Es uno de los pasos más importantes en la digitalización de la sanidad". Sin embargo, considera que la IA está poco apoyada en España: " Solo se implementan uno de cada cinco proyectos de inteligencia artifical, mientras que se calcula que desde el 2020 el 90 por ciento de centros sanitarios en EEUU habrá implantado sistemas con esta tecnología".
Mesa de debate del 2º Foro IDIálogoS organizado por el IDIS y enfocado a la inteligencia artificial. |
En la misma línea, Borges ha apuntado que "en España hay un retraso en la utilización de nuevas tecnologías. Esto se debe también a que cambiar el paradigma médico es muy complicado. Sacar al médico de su zona de confort es difícil". No obstante, este facultativo ha señalado que el médico trabaja de una forma similar a la inteligencia artificial: "En nuestras consultas hacemos algoritmos todo el tiempo. Funcionamos por ensayo y error. El algoritmo nos indica el diagnóstico y el tratamiento".
Respecto a la aplicación de la IA en sanidad Vilches ha subrayado que "para los médicos la inteligencia artificial puede llegar a suponer mucho más de lo que hemos imaginado. En China ya utilizan un robot en Atención Primaria capaz de diagnosticar. En pocos sectores como el sanitario tiene tanta aplicación la inteligencia artificial. Que un robot sea capaz de, primero reconocerte, segundo revisar toda tu historial clínico, y en tercer lugar dar una recomendación. La posibilidad de error va a ser cero”. Sin embargo, el director del IDIS cree que falta mucho por andar: "Necesitamos tener la historia clínica interconectada. Es una maravilla la IA y una solución pero tenemos que trabajar muchísimo más para aplicarla".
Por ello, además de la comunicación entre sectores y del establecimiento de sinergias, dentro del propio entorno sanitario la Fundación IDIS considera que debería establecerse un trasvase de información entre todos los centros que trabajen con ella para aprender unos de otros, conocer resultados y para que los menos receptivos puedan observar la gran utilidad de la inteligencia artificial en la medicina. Además, uno de los puntos fuertes del sector sanitario es que dispone de grandes bases de datos que pueden servir para que la inteligencia artificial funcione de la manera óptima y lo más eficazmente posible. Para minimizar riesgos y, sobre todo temores en relación a la adaptación al cambio, es fundamental crear alianzas y equipos, de tal manera que se tenga información precisa sobre lo que se puede hacer y no hacer.
Impacto de la IA en el mercado laboral sanitario
Otro de los debates que ha surgido a lo largo de la jornada es si la IA tendrá un impacto negativo en el mercado laboral sanitario. En este sentido, Mugarza ha señalado que "la inteligencia artificial no sustituirá a los médicos, pero los médicos que utilizan IA si que sustituirán a los que no lo hagan”. Por su parte, Borges ha defendido que "habrá especialidades médicas que van a desaparecer por el desarrollo tecnológico. Algunas previsiones apuntan que el 75 por ciento del trabajo médico va a desaparecer. Habrá que ver qué sucede aunque detrás de una técnica siempre habrá una persona que la controla".
A este respecto, Vilches ha concluido que "lo que va a cambiar es la forma de trabajar. Los robots no son capaces de funcionar de forma autónoma de momento. Por tanto, afortunadamente, los médicos no estamos en peligro de extinción".
Acceda aquí a la retransmisión online del II Foro de IDIálogoS.