Con casi 100 años de historia, Novo Nordisk ha jugado un papel clave en el abordaje y el tratamiento de los pacientes con diabetes. Una enfermedad crónica que ha pasado de ser una "sentencia de muerte" para quien la padecía, a tener opciones terapéuticas que mejoren la calidad de vida de este colectivo. Así lo explica Rodrigo Gribble, director general y vicepresidente corporativo de Novo Nordisk España, quien en esta entrevista hace un repaso del papel que juega la farmacéutica dentro del sector sanitario, así como su papel durante la pandemia provocada por el Covid-19 y el lanzamiento de nuevos proyectos a futuro, una vez se supere la crisis sanitaria.
¿Con qué objetivo se funda Novo Nordisk?
Novo Nordisk nació hace casi 100 años con un claro objetivo, promover el cuidado de la diabetes. Hasta entonces, el diagnóstico de esta enfermedad crónica era una sentencia de muerte para la que no existían opciones terapéuticas disponibles para tratarla. Desde entonces, perseguido un ambicioso objetivo: derrotar la diabetes.
Y, mientras llega este momento, seguimos desarrollando soluciones innovadoras que están mejorando el curso de la enfermedad y las patologías asociadas, así como la calidad de vida de las personas que conviven con ella. De este modo, hemos sido capaces de poner a disposición de las personas con diabetes tipo 2 el primer agonista del receptor GLP-1 en forma de comprimidos para administración por vía oral. Pero, además, esta innovación va más allá del desarrollo de nuevas opciones terapéuticas, entre nuestras principales prioridades también están la educación -factor clave en el autocuidado de los pacientes-, la identificación temprana, el diagnóstico y la adherencia al tratamiento.
Esta innovación también pretende contribuir a consolidar un sistema sanitario más innovador, sostenible y colaborativo capaz de afrontar los restos asistenciales presentes y futuros.
¿Qué le diferencia de otras empresas del sector?
Nuestro espíritu innovador e inconformismo han contribuido a la mejora de la calidad de vida de las personas con diabetes, pero también con otras enfermedades crónicas como la hemofilia. Está escrito en nuestro ADN, es la manera en la que respondemos a los grandes desafíos asistenciales y afrontamos nuestro trabajo de la mano de los mejores socios para proveer soluciones integrales a los pacientes, y ahí, la innovación es fundamental.
Somos una compañía enfocada en el desarrollo y la comercialización de productos innovadores que salvan vidas, pero también con los que buscamos siempre la mejora continua de la calidad de vida del paciente. Esta clara apuesta por la I+D+i no es suficiente, desde Novo Nordisk apostamos por una innovación disruptiva e integradora en nuestra oferta sanitaria donde los avances en la gestión y el desarrollo de dispositivos juegan un papel clave.
Nuestro profundo conocimiento de las proteínas, que nació con la investigación en diabetes, el corazón de nuestra empresa y nuestra prioridad hasta que no consigamos erradicarla nos ha llevado a ir liderando otras áreas de conocimiento en las que hemos podido aportar innovación y que actualmente revierten en cuatro grandes áreas de trabajo. Tal es así que, hoy en día, ya tenemos una marcada huella en hemofilia, hemos apostado por la obesidad, que ya es una pandemia que nos preocupa y por tanto ocupa, y seguiremos poniendo nuestro conocimiento en el desarrollo de proteínas biológicas al servicio de aquellos pacientes con patologías crónicas distintas a las que tradicionalmente nos han ocupado.
Nuestra innovación también tiene que ver con el impacto que causamos en las personas, las comunidades y el entorno en el que operamos. Con nuestra estrategia Circular for Zero, estamos iniciando un viaje para lograr un impacto ambiental cero en todas nuestras actividades comerciales.
¿En qué proyectos trabajan para los próximos años?
Tenemos por delante muchos desafíos sanitarios emergentes y cambiantes que nos alientan a seguir a la vanguardia en el desarrollo de soluciones innovadoras en cada una de cuatro áreas terapéuticas foco de la compañía.
En el caso concreto de la diabetes, apuntamos a un futuro prometedor para los pacientes con nuevos tratamientos en desarrollo que traerán mayor flexibilidad y una aproximación holística en su cuidado. A este nuevo enfoque responde el reciente lanzamiento del primer arGLP-1 oral para los pacientes con diabetes tipo 2 que ofrece mayor comodidad de administración, un ejemplo de cómo la innovación sigue proporcionando soluciones que mejoran la vida de las personas con diabetes. Gran parte de nuestros esfuerzos están puestos en desarrollar insulinas basales de administración semanal, insulinas sensibles a la glucosa y con propiedades cardioprotectoras, una nueva generación de tratamientos orales, nuevas soluciones digitales o terapias con células madre.
Todo el conocimiento acumulado en estos casi 100 años de innovación y liderazgo en el tratamiento de enfermedades crónicas graves ha sido decisivo para seguir ampliando foco y abrirnos al estudio de soluciones terapéuticas de otras enfermedades crónica como es el caso de la enfermedad de Alzhéimer, la insuficiencia cardíaca y otras enfermedades cardiovasculares o la esteatosis hepática, entre otras patologías crónicas.
¿Cómo valora la aportación de la industria farmacéutica en la pandemia del COVID-19?
La crisis sanitaria por la Covid-19 ha puesto de relieve el valor de la investigación e innovación en salud de los últimos años, gracias a la cual ha sido posible dar respuesta esta emergencia de salud pública de alcance mundial, pero ésta no ha sido la única aportación de la industria farmacéutica. Al igual que ha ocurrido en otros sectores, hemos tenido que reinventarnos todos juntos para mantener la actividad y seguir tratando a los pacientes que lo necesitaban.
Durante el año 2020 como industria hemos estado a la altura de las circunstancias para ayudar a los pacientes, a los profesionales sanitarios y a la sociedad en su conjunto. Este período de tiempo se ha caracterizado por la digitalización de la sanidad y el autocuidado para suplir la falta de interacción con su médico a la que hemos contribuido notablemente desde la industria farmacéutica poniendo a disposición de los pacientes y de los profesionales sanitario todos nuestros recursos y herramientas para crear un marco idóneo para su atención y cuidado.
En la parte económica, nuestro papel es seguir trayendo innovación, seguir generando empleabilidad de calidad y seguir trabajando todos juntos para que la Sanidad mejore. Esto nos ayudará a generar empleo y a mantener la economía. Hemos podido desarrollar varias vacunas eficaces y diversos productos que minimizan mucho los efectos de la enfermedad. Avanzamos poco a poco, pero la labor de la industria ha sido muy destacada.
¿Cómo valoran el trabajo que lleva a cabo el IDIS?
La labor desarrollada por el IDIS ha contribuido decisivamente redefinir la calidad asistencial desde una propuesta integradora y estratégica en colaboración con todos los actores del sector salud -instituciones, empresas e industria farmacéutica-. Al hablar de calidad asistencial, no hay duda sobre la necesidad de apostar por proyectos innovadores que faciliten la calidad de vida de las personas y hacerles partícipe de dicha innovación.
En los últimos años, el IDIS ha liderado e impulsado un diálogo colaborativo con el propósito de garantizar una sanidad equitativa, de calidad y puntera en línea con los países más avanzados de la UE.