El Hospital Beata María Ana de Madrid, con motivo de la celebración del Día Mundial Sin Tabaco, ha puesto el acento en los logros conseguidos gracias a la medicina de precisión para la mejora del pronóstico y la calidad de vida de los pacientes con cáncer de pulmón.
Actualmente, el tabaco continúa siendo el principal factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de pulmón. En España se diagnostican al año alrededor de 30.000 casos, de los cuales más del 80% presenta un historial previo de tabaquismo.
“El diagnóstico del cáncer de pulmón es cada vez más preciso gracias a la evolución de las técnicas moleculares y anatomopatológicas, que nos han permitido conocer cómo interacciona el tumor con el sistema inmunitario o la vascularización, así como el descubrimiento de alteraciones génicas consideradas como dianas moleculares con tratamientos dirigidos”, asegura la Dra. Ángela Santiago Gómez, de la Unidad de Oncología Médica del Hospital Beata María Ana, que está liderada por el Dr. Pedro Aramburo.
Añade la doctora que la inmunoterapia es el avance que más ha modificado el paradigma del cáncer de pulmón en los últimos años. “El desarrollo de tratamientos basados en la estimulación del sistema inmune a través de puntos de control, con el objetivo de generar una respuesta inmunológica de actividad antitumoral, ha demostrado recientemente su beneficio en diferentes estudios, tanto si se administra como tratamiento único, como si se hace en combinación con quimioterapia”, explica.
La principal ventaja de estos tratamientos radica en la capacidad de controlar la enfermedad durante periodos más largos con menor toxicidad que la de los tratamientos convencionales. No obstante, existe la posibilidad de desarrollar toxicidades relevantes que suelen deberse a la activación del sistema inmune contra determinados órganos del paciente y que precisan de tratamiento médico específico.
Otro ejemplo de nuevos fármacos de precisión son los inhibidores de tirosin-quinasa de última generación, cada vez más eficaces en el control de ciertos tumores pulmonares, como aquellos con mutaciones en el gen EGFR o translocaciones de ALK o ROS1.
Aunque los avances en medicina han contribuido a mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los enfermos, el Dr. Jesús Miranda Poma, de la misma Unidad, recuerda por su parte que “la mejor forma de combatir el cáncer de pulmón es prevenirlo, y esta prevención pasa, en gran medida, por la implantación de medidas eficaces para reducir el consumo de tabaco entre la población”.