El aumento de la esperanza de vida ha conllevado un progresivo envejecimiento de la población, lo que en el ámbito sanitario ha supuesto que en los hospitales de nuestra región, tanto públicos como privados, el número de pacientes de avanzada edad haya aumentado considerablemente. El número de pacientes que superan los 90 años empieza a ser significativo. Si a esto añadimos problemas como el aumento descontrolado de las resistencias a los antibióticos, el reto para el tratamiento de estos pacientes adquiere una gran dimensión.
Miembros del equipo de investigación. |
Recientemente, el Hospital Mesa del Castillo de Murcia ha cumplido su 70 aniversario y es posible que no haya en la Región de Murcia ninguna otra institución que lleve tanto tiempo tratando a pacientes de avanzada edad en su Servicio de Medicina Interna. Infecciones respiratorias y/o de otro tipo e intervenciones quirúrgicas (prótesis de cadera y rodilla) son las actuaciones más frecuentes entre los más mayores.
El aumento continuo de la edad media de sus pacientes hizo que sus profesionales sanitarios comenzaran un proyecto de investigación que ha implicado a profesores investigadores de la Universidad de Murcia, doctoras de Medicina Interna, traumatólogos y personal de enfermería en el que llevan varios años estudiando el comportamiento farmacocinético de varios antibióticos en pacientes de avanzada edad. Se percataron de que el comportamiento de algunos antibióticos no era el mismo en pacientes de 70 años que en pacientes de 93 años, por ejemplo, si bien ambos pacientes son considerados de avanzada edad e incluidos en el mismo grupo en las guías o protocolos internacionales o nacionales de tratamiento de algunas patologías.
Después de 4 años trabajando, los resultados y el beneficio mutuo están dando sus frutos. Desde el punto de vista médico, los resultados obtenidos están sirviendo para optimizar los tratamientos en muchos pacientes. Se aplican a los protocolos tanto de prevención de infecciones como de tratamiento de las mismas dentro de las comisiones médicas del hospital. Además, los investigadores de la Universidad de Murcia participan activamente en esas comisiones contribuyendo a que el Hospital Mesa del Castillo haya conseguido acreditarse en distintas certificaciones de calidad como la Acreditación QH de excelencia en Calidad Asistencial.
Pero este ejemplo de transferencia empresa-universidad demuestra que con voluntad personal y visión de futuro, junto a unos costes realistas, ajustados y coherentes con el tamaño y actividad de la empresa, se pueden realizar proyectos interesantes en los que nuestra sociedad se puede beneficiar. En este caso el beneficio ha sido una causa tan honorable como mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.