El Hospital Recoletas Burgos, ha reforzado la Unidad del Sueño del Servicio de Neumología donde se llevan a cabo los estudios para pacientes con trastornos respiratorios del sueño de forma segura y efectiva.
La valoración y el diagnóstico inicial de estos trastornos se hace de manera pormenorizada para ofrecerle a los pacientes el tratamiento que más se adecúe a sus necesidades, a través de una historia clínica exhaustiva.
Por ello, se utilizan diversas técnicas con la finalidad de conocer cómo es la respiración mientras los pacientes están durmiendo. La fórmula más frecuente es la poligrafía respiratoria, una prueba que se lleva a cabo a lo largo de una noche en el hospital, monitorizando al paciente y realizándole registros de niveles de oxígeno en sangre, frecuencia cardiaca y respiratoria o movimientos, entre otras técnicas. Esto facilita un diagnóstico preciso y posibilita analizar cómo va cambiando, de manera muy precisa, el desarreglo respiratorio de cada paciente.
A lo largo de los años se ha ido incrementado el número de personas que solicitan consulta con los especialistas en neumología, debido a la dificultad que conlleva la interrupción constante de la ventilación normal durante el sueño que hace que se alteren los patrones normales del mismo.
Por ello, el Dr. Gustavo Gutiérrez Herrero, neumólogo del hospital indica que “si no se descansa correctamente y se padece hipersomnolencia, es importante someterse a un estudio del sueño, ya que es la mejor herramienta para observar los síntomas que se dan tanto durante la noche como durante el día y determinar así, si se trata de causas neurológicas o del sistema nervioso y adecuar el tratamiento efectivo a cada paciente”.
Uno de los diagnósticos más comunes que se tratan en la Unidad del Sueño del hospital Recoletas es la apnea hipopnea del sueño (SAHS). Un síndrome que obstruye parcial o completamente la vía aérea superior en los niños y adultos que además va acompañado de ronquidos.
Por ello, en los niños suelen presentar en muchas ocasiones desde una respiración agitada, a cambios constantes de postura mientras duermen y puede repercutir de diferentes maneras durante la vida cotidiana diurna.
En adultos, la hipersomnolencia – tener excesivo sueño por ausencia de descanso durante la noche – es habitual y en cambio en los más pequeños se exterioriza en un bajo rendimiento escolar o un déficit de atención.