Miércoles, 25 de octubre de 2023   |  Número 162
El impulso transformador de las ciencias ómicas en la salud
Editorial
Editorial

Las ciencias ómicas, objeto de especial atención en la jornada de innovación anual impulsada desde la Fundación IDIS, se han convertido en un componente crucial en la revolución de la medicina y la atención de la salud. Estas disciplinas multidisciplinares han revolucionado nuestra comprensión de la biología humana y la enfermedad.

En la búsqueda constante de mejoras en la atención médica y la calidad de vida de los pacientes, las ciencias ómicas han emergido como un campo revolucionario. Estas disciplinas están teniendo un impacto significativo en la promoción de resultados sanitarios y de salud, así como en la esperanza y calidad de vida de los pacientes. Estas nuevas especialidades están transformando la atención médica y brindando nuevas oportunidades para la prevención, diagnóstico y tratamiento de múltiples patologías.

La aplicación de dichas ciencias en la tarea asistencial ha permitido un enfoque más personalizado en el ámbito del diagnóstico y la prevención dado que los análisis genómicos y proteómicos pueden identificar biomarcadores que indican un riesgo elevado de enfermedad, lo que facilita la intervención temprana.

En este sentido, el estudio y conocimiento de la biología molecular ha abierto la puerta a una mejor prevención y diagnóstico temprano de enfermedades. La identificación de biomarcadores específicos a nivel genético, proteómico o metabolómico permite la detección temprana de procesos como el cáncer, lo que puede aumentar significativamente las tasas de supervivencia.

A su vez, las terapias dirigidas se han convertido en una realidad gracias a estas ciencias, se pueden desarrollar medicamentos que se dirijan específicamente a las moléculas involucradas en una enfermedad. Esto no solo aumenta la eficacia terapéutica, sino que también reduce los efectos secundarios. Lo mismo podríamos decir de los diagnósticos por imagen en los que la precisión y sensibilidad son clave.

Con todo y con ello, el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes está mejorando significativamente gracias a los resultados que están ofreciendo estas ciencias. Por ejemplo, en enfermedades raras, la genómica ha permitido identificar mutaciones y desarrollar terapias que mejoran la calidad de vida de las personas afectadas. Además, el conocimiento de la epigenética ha llevado a enfoques más efectivos y precisos para tratar enfermedades crónicas, mejorando la vida de millones de personas.

Hoy ya, en este momento, las ciencias ómicas están teniendo un impacto significativo en la mejora de los resultados sanitarios y de salud, así como en la esperanza y calidad de vida de muchos pacientes. Estas disciplinas están transformando la atención médica al permitir un enfoque personalizado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, así como en la prevención.

Es importante apuntar que a pesar de los grandes avances que se están produciendo en este campo, las ciencias ómicas plantean también desafíos éticos en el ámbito del uso de los datos, por ello es fundamental abordar estos problemas para garantizar que estas tecnologías sean utilizadas de manera responsable.

A medida que recopilamos información más detallada sobre la biología individual, surgen preocupaciones sobre quién tiene acceso a esta información y cómo se utiliza; es por ello por lo que garantizar la privacidad y el consentimiento informado de los pacientes es esencial para mantener la confianza en estos nuevos y revolucionarios desarrollos.

Ciencias ómicas y medicina predictiva, personalizada, de precisión, participativa, poblacional y preventiva van de la mano y son posibles gracias a los nuevos y constantes avances tecnológicos digitales. Pero toda transformación disruptiva supone un reto. Por un lado, hay que garantizar la ciberseguridad de los sistemas que procesan, almacenan y gestionan datos, y por otro la privacidad de las personas, tal como se ha puesto de manifiesto en la II Jornada del HealthTech Observer (HTO) en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS),  sesión centrada en los temas críticos de ciberseguridad, gobernanza del dato en salud y conectividad en los sistemas de información, abarcando centros de salud, hospital y CERT (Computer Emergency Response Team) líquidos.

Aprovechar todo el potencial de herramientas como la Inteligencia Artificial, con la que poder acelerar la investigación ómica mediante la creación de redes federadas de datos, propiedad de diversas organizaciones públicas y privadas, para aplicar la medicina personalizada y de precisión, a la vez que dar respuesta a enfermedades aún sin ellas, conlleva disponer de los máximos estándares de seguridad de la información.

Por todo ello, aprovechar al máximo el potencial de estas ciencias es clave y a la vez es fundamental fomentar la colaboración interdisciplinaria entre médicos, biólogos, bioinformáticos, y otros profesionales de la salud y la ciencia. La formación de especialistas capaces de abordar estos campos de manera integrada es esencial para enfrentar los desafíos actuales.

El futuro es muy prometedor, la continua investigación y avances tecnológicos mejorarán nuestra comprensión de la biología humana y permitirán un enfoque aún más preciso en la medicina. La integración de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático acelerará el análisis de datos ómicos, lo que llevará a diagnósticos y tratamientos más rápidos y efectivos.

En resumen, estas ciencias, que asientan sus bases en la biología molecular del individuo, representan una revolución en la medicina y el cuidado de la salud. Aunque enfrentan desafíos en términos de interpretación de datos, privacidad y equidad, ofrecen oportunidades inmensas en cuanto a tratamiento personalizado, prevención y diagnóstico temprano de enfermedades todavía no resueltas.

El futuro de la medicina está intrínsecamente ligado a las ciencias ómicas, y su impacto seguirá creciendo a medida que avancemos en la comprensión de la biología humana. La colaboración interdisciplinar y la inversión en tecnología seguirán siendo cruciales en este emocionante viaje hacia una atención médica más predictiva, preventiva, precisa y personalizada.

Dr. Fernando Mugarza (PhD, MD, MBA)
Director de desarrollo corporativo y comunicación (Fundación IDIS)
Profesor de Ética de la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI-ICADE)

 

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