La experiencia de llevar el arte y los museos a las residencias de ancianos  cumple con uno de los objetivos de la década del envejecimiento saludable (2021-2030) Con esta finalidad la Asociación el Faro de Hopper apuesta por acercar la cultura a las personas mayores institucionalizadas. La metodología consiste en trasladar y recrear la visita guiada a un museo sin la necesidad de desplazarse pero con las soluciones artísticas y creativas de poder contemplar un cuadro con el sonido que evoca, el testimonio del artista y el conocimiento de una museóloga. Sesiones en las que han podido disfrutar de los mejores cuadros del Museo Sorolla ( “Paseo a orillas del mar”, “Instantánea Biarritz”, “Autorretrato”) Musée d´Orsay de París con “La Urraca“ y “Amapolas” de Claude Monet o contemplar la exposición del pintor estadounidense Edward Hopper en el Thyssen-Bornemisza. Muchas de ellas en visitas a los propios museos como parte del proyecto llevado a cabo en la residencia y en la pinacoteca.

En este proyecto participan residentes de varios centros Ballesol con distintas patologías, capacidades y habilidades, pero convencidos de que “estar en contacto con el arte estimula la capacidad creativa, el aprendizaje continuo, la conexión emocional de recuerdos de nuestra historia de vida”, aprecian con algunas de las actividades que se  programan cada quince días.

El papel relevante que tiene la expresión artística en Ballesol está en línea con su apuesta por un envejecimiento activo y exitoso. En la residencia de Vigo, por ejemplo, sesenta residentes y actores participan en una pedagogía teatral para mejorar la autoestima y los recuerdos. Los beneficios de acercar la cultura al ámbito sociosanitario constata cómo “la influencia positiva de la animación sociocultural en las personas mayores está mejorando su calidad de vida a través de la autoestima, la participación o las relaciones sociales” Percepciones que una actividad creativa como es el teatro ayuda a potenciar las capacidades lúdicas y recreativas para evitar el aislamiento social, aprecian residentes y actores.

En un contexto y escenario de innovación como es una residencia de ancianos, la intervención de manifestaciones como la risa o  el pensar no sólo va a fomentar el pensamiento divergente y creativo en el cerebro o el estado de ánimo. “El teatro es más que un entretenimiento; es un puente entre generaciones”, comparten los profesionales de Ballesol.

Pintura, teatro…y un musical

La colaboración de Ballesol con distintas entidades y asociaciones enriquece de manera recíproca la historia de vida de todos los participantes. Un ejemplo es  Acvadi. Una Asociación dedicada a la mejora de la calidad de vida, la autonomía, vida independiente y desarrollo de Personas con Discapacidad Intelectual y otros Trastornos del Desarrollo. En colaboración con el centro Ballesol Majadahonda  desarrollan actividades “que fomenten un autoconcepto basado en las capacidades de las personas y no en sus limitaciones” . La representación de un musical – “Hoy voy a pasármelo bien” -  no sólo conecta a las personas con el arte, también las relaciones intergeneracionales.  El proyecto, que se realiza a lo largo de todo un año, consigue  “mejorar las capacidades conservadas y/o rehabilitar las funciones alteradas con el fin de alcanzar una mayor integración global de la persona tanto consigo misma como con el entorno que la rodea”

Con la apuesta de Ballesol por llevar el arte en cualquiera de sus disciplinas a las residencias se cumple el objetivo de reconocer y revalorar el valor humano hacia la dignidad del adulto mayor, por el hecho de ser persona y a su vez al arte como un elemento esencial para la participación social y el cuidado para la salud de las personas mayores.