Neurocirujanos y anestesiólogos de toda Europa, en colaboración con Boston Scientific y la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), impartirán hoy y mañana, un curso a nivel internacional para profundizar en las técnicas intervencionistas para al tratamiento del dolor crónico.
La sesión formativa está dirigida a una cuarentena de especialistas en la materia siendo esta la XXXI edición, pero la primera impartida en España.
Este curso internacional, que anteriormente se celebraba en Budapest, consta de una primera parte donde los participantes acuden a la universidad para ver intervenciones en directo, y en una posterior, donde reproducen ellos mismos en material cadavérico las técnicas quirúrgicas aprendidas para mejorar su destreza.
La Universidad Francisco de Vitoria cuenta con cadáveres conservados de tal manera que mantienen la textura, plasticidad y flexibilidad necesarios para entrenarse en este tipo de procedimientos. Esta preparación tan especial, así como sus modernas instalaciones convierten a la UFV, en centro de referencia único para estos cursos.
La jornada está dirigida por médicos especialistas en las técnicas intervencionistas
La jornada está dirigida por médicos especialistas en las técnicas intervencionistas para el tratamiento del dolor crónico con más de 20 años de experiencia, tales como el Dr. David Abejón, jefe de la unidad del dolor en el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.
Uno de cada cinco españoles, el 20 por ciento de la población, sufre dolor crónico, según datos de la SED. En la mayoría de los casos, la primera línea para solventar el dolor crónico es el tratamiento farmacológico, comenzando con analgésicos convencionales para terminar con opioides mayores.
Pero existe un porcentaje cercano al 30% de los pacientes en los que este tratamiento no es suficiente y se deben de emplear procedimientos más invasivos, es decir, tratamientos intervencionistas. Dentro de esta modalidad terapéutica existen diversos procedimientos que en ocasiones se emplean de forma escalonada, comenzando con bloqueos hasta terminar con tratamientos más avanzados, como la neuroestimulación, que se caracterizan por su capacidad para reducir el dolor sufrido por los pacientes de manera considerable.