La espirometría es un estudio indoloro del volumen y ritmo de flujo de aire dentro de los pulmones. Mide cuánto aire se inhala y exhala (y a qué velocidad podemos hacerlo), permitiendo conocer la función pulmonar del paciente.Para realizar esta prueba se necesita la colaboración del paciente a la hora de llevar a cabo las maniobras correctas, por lo que “se estima que en la edad infantil no es hasta los cinco o seis años cuando los niños pueden prestar dicha colaboración”, tal y como señala el Dr. Marco Motta Calderón, Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario San Rafael.
“Sus indicaciones tienen que ver con ratificar un diagnóstico clínico y para el seguimiento, tanto clínico como de tratamiento de procesos respiratorios crónicos, como el asma y otros procesos que repercuten en la capacidad pulmonar en nuestros pacientes pediátricos”, añade este profesional.La prueba se realiza por el personal de Enfermería Pediátrica y los resultados serán valorados por un neumólogo pediátrico, quien hará el informe correspondiente y valorará la necesidad de pautar tratamiento respiratorio al menor.
¿Cómo se realiza una espirometría en niños?
El equipo de enfermería de la Unidad de Neumología Pediátrica de este hospital, nos explica cómo se realiza en pediatría una espirometría, prueba que consiste en hacer respiraciones por la boca a través de una pequeña boquilla con filtro.
Antes de realizar la prueba se tapará con una pinza la nariz del niño para evitar que salga aire. Después el niño se sentará y sostrendrá el dispositivo de medición del flujo de aire (espirómetro) que tiene la boquilla adherida en su extremo. Se colocará en la boca del niño y le pediremos que apriete los dientes y cierre los labios para evitar que la lengua bloquee el orificio.
Los pasos a seguir, según son los siguientes:
- El niño realizará una inspiración normal.
- Exhalará aire de manera suave hasta vaciar los pulmones en su totalidad.
- Tomará una gran y profunda inspiración, llenando los pulmones.
- Exhalará de nuevo con fuerza y continuará hasta que el profesional de enfermería indique al niño que puede parar.
Más o menos durante 6 segundos.Aunque el niño tenga la sensación de que no puede exhalar más aire, le explicaremos que tiene que seguir exhalando de forma que se pueda medir cada pequeña exhalación.- Cuando le indiquemos al niño que pare, tendrá que sacar la boquilla de la boca y descansar.
Estos pasos se repetirán al menos 3 veces, pero pueden ser más.A menudo, esta prueba se realiza en dos partes: primero de forma basal, sin tomar medicación. Y si fuera preciso una segunda parte con broncodilatador, se administrá un inhalador (salbutamol-ventolin) y a los 15 minutos se repetiría la prueba para poder cuantificar si se producen cambios en la función pulmonar del niño.
Recomendaciones
Para la realización de la espirometría en pediatría se recomienda:
- No ingerir comidas pesadas.
- No tener catarro ni fiebre.
- Permanecer 5 minutos previos en reposo.
- No haberse administrado tratamiento respiratorio.