Que de los 25 a los 35 años la fertilidad femenina desciende un 50% es un dato clínico que la sociedad desconoce. Y aunque los medios de comunicación nos muestran madres primerizas más allá de los 40, la realidad es que a partir de entonces las posibilidades de ser madre con óvulos propios, descienden considerablemente año tras año.
Cartel de la campaña. |
Algo tan normalizado como una ecografía y un análisis de sangre permiten medir el estado actual de la fertilidad. Un dato que podría significar poder prevenir la esterilidad social, que a día de hoy representa más de la mitad de las pacientes que acuden a una unidad especializada de reproducción asistida.
“Se trata de poder tomar decisiones informadas- añade el Dr. Pascual Sánchez, director médico de Ginemed-. “Pensamos que el estudio de la fertilidad debería estar protocolizado en las revisiones ginecológicas. De la misma manera que lo está la citología para prevenir el cáncer de cérvix, los ginecólogos tenemos la responsabilidad de ofrecer a las pacientes esta información para que puedan tomar sus propias decisiones: no retrasando la maternidad o si se piensa retrasar, congelando los óvulos.”