Más de 17,9 millones de personas pierden la vida cada año con motivo de las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).1 Con el objetivo de concienciar sobre la importancia de la prevención de estas enfermedades en población de 69 años o más y poner de relevancia la investigación en el área de cardiología, así como fomentar la detección precoz de factores de riesgo cardiovascular, el Instituto de Investigación Sanitaria de Valencia (INCLIVA) ha organizado una jornada de screening cardiovascular, en colaboración con GE HealthCare.
“El envejecimiento poblacional es la tendencia en la que camina nuestra sociedad. De hecho, en 2050 habrá 70 millones de escenarios en el mundo y, en todos ellos, la principal causa de muerte será la enfermedad cardiovascular en forma de cardiopatía isquémica, ictus e insuficiencia cardiaca valvular, pero sobre todo estenosis aórtica severa sintomática. Afortunadamente tiene tratamiento percutáneo, igual que otras looped complejas y la insuficiencia cardíaca que es el estadio terminal de todas estas cardiopatías”, ha declarado la Dra. Clara Bonanad, del Grupo de Investigación Traslacional en Cardiopatía Isquémica del INCLIVA que, junto a su equipo ha coordinado este screening.
A través de esta iniciativa, los especialistas quieren dar respuesta a la necesidad de cubrir la demanda de la población general en cuanto a la detección precoz de distintos factores de riesgo cardiovascular, además de su seguimiento, y también en la detección y control de las arritmias, más frecuentes a partir de los 65 años. En este sentido, la doctora ha manifestado que la fibrilación auricular es la arritmia benigna más frecuente, “pero si no se detecta a tiempo y se pone tratamiento anticoagulante, es la principal causa de ictus, junto a la arteriosclerosis de las arterias carotídeas y cerebrales que viene a ser parecido a la fisiopatología de un infarto de miocardio”.
Los factores de riesgo conductuales más importantes de las enfermedades cardiacas y los accidentes cerebrovasculares son los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, el consumo de tabaco y de alcohol; y pueden manifestarse en forma de hipertensión, hiperglucemia e hiperlipidemia, además del sobrepeso y la obesidad.1 El screening cardiovascular reúne una batería de pruebas y toma de medidas como son la presión arterial, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, fibrilación auricular, medida del perímetro abdominal y determinación de los niveles de colesterol y glucosa, si procede.
Esta es la tercera campaña de screening que pone en marcha el INCLIVA y la más completa, ya que además del chequeo para determinar factores de riesgo cardiovascular en este target de población, también se han llevado electrocardiogramas con los que poder detectar arritmias no percibidas y una auscultación exhaustiva con fines endoscopios de alta fidelidad a través de inteligencia artificial que, conectados a una aplicación móvil, detectan si hay patología en válvula o ruidos cardiacos sugestivos de insuficiencia cardiaca avanzada.
Las políticas sanitarias nacionales y europeas caminan hacia la prevención cardiovascular, ya que el coste de los ingresos, reingresos y muertes por este tipo de enfermedades es cada vez más elevado, “incluso superan a otras patologías que se están cronificando como son algunos tipos de cáncer”, afirma la doctora. “En nuestro equipo y desde el INCLIVA, tenemos el placer de participar, y en mi caso como investigadora principal, en el proyecto europeo Join Action In Diabetes and Cardiovascular Disease en el que los pilotos de trabajo más importantes están dirigidos a crear campañas de prevención y screening cardiovascular. En este caso en mayores 65 años después de la pandemia, donde se perdieron muchas revisiones médicas y mucha gente no se ha hecho un chequeo postpandemia”, concluye.
En total, más de 50 pacientes de distintos perfiles (población de 65 años o más, cuidadores y pacientes con enfermedad cardiovascular) han participado en esta actividad, en la que se ha proporcionado atención y consejo médico para establecer un plan de acción y una derivación multidisciplinar del paciente, en el caso de ser necesario.
El screening se ha realizado con el soporte de tecnología sanitaria innovadora. Así, “en el caso de que se oculte algo patológico como por ejemplo un soplo cardiaco, tenemos la capacidad de ver, a través de un pequeño sistema de ecografía portátil de GE HealthCare muy sencillo de utilizar, si el paciente tiene alguna patología cardiovascular que sea subsidiaria de derivar al cardiólogo o de realizar una ecografía más completa de forma reglada”, concluye la especialista.
“Esta es una muestra más de nuestro compromiso con la salud de la población, en este caso con la ciudadanía de Valencia. En GE HealthCare ayudamos a acelerar el proceso de la toma de decisiones, a través de herramientas de medición y análisis adecuadas para los cuidados cardíacos. La cardiología de diagnóstico es un gran aliado para médicos y pacientes”, afirma Luis Campo, CEO de GE HealthCare en la región de Iberia.