A finales del pasado mes de enero, la asociación empresarial GESCA —de la que forma parte IMQ Igurco y que representa al 34,6 % de las plazas residenciales de Bizkaia— presentó en sociedad el informe “El impacto de la pandemia en el sector residencial. Aprendiendo de lo vivido para construir un futuro mejor para las personas dependientes”.
La presentación corrió a cargo de su presidente, Carlos del Campo, el vicepresidente y director gerente de IMQ Igurco, Santiago Canales, y el portavoz de la entidad, Aitor Pérez Artetxe.
Se trata de un relato de cómo se ha vivido la pandemia en las residencias asociadas a GESCA y los esfuerzos realizados con el objetivo prioritario de salvaguardar la vida, la salud y la calidad de vida de las personas que viven y trabajan en sus centros.
El documento se ha elaborado desde la perspectiva y la calma que da el tiempo, reconociendo el inmenso trabajo que se ha realizado y se está realizando durante estos meses, y los retos que, como sector, tienen sus integrantes por delante.
Con ello, GESCA sale al paso de otras informaciones y contenidos, muchas veces con intereses particulares o no claramente manifiestos, y que en ocasiones aparecen de manera recurrente en algunos medios de comunicación, ofreciendo una imagen parcial y sesgada del inmenso trabajo que se hace en los centros residenciales.
Se pueden destacar del documento, entre otras posibles, tres ideas importantes:
• No se han encontrado correlaciones que indiquen que el impacto de la pandemia ha sido mayor en unos centros que en otros por su tamaño, por su modelo de gestión, por sus condiciones arquitectónicas, ni mucho menos por su titularidad, o modelo de gestión.
• El virus ha entrado en las residencias por la “puerta”, y en aquellas zonas en las que la prevalencia de la enfermedad era más alta, el impacto en los centros ha sido mucho mayor.
• A la vista de los datos ofrecidos por el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza se puede afirmar que, gracias al esfuerzo realizado en los centros, la letalidad del virus entre las personas contagiadas en las residencias ha sido muy inferior a la de personas mayores que viven en sus domicilios.
Por su interés y mayor detalle, aquellas personas interesadas pueden leer el documento completo, de 14 páginas, que está disponible en este enlace o, si se prefiere, el resumen que se entregó a los medios de comunicación el día de la presentación del documento.