Desde que un niño nace hasta aproximadamente los 3 años, las revisiones médicas son habituales para establecer un normal crecimiento y desarrollo y que estos sean constantes en el tiempo. “Para ello se utilizan los percentiles, que comparan a los niños de una misma edad y sexo. Cuando el niño tiene un peso de los percentiles 3 o 5 para la edad en más de una ocasión, tiene un peso inferior al 80% del peso ideal para su edad y una caída de dos o más líneas principales en las gráficas de peso estandarizadas, podemos hablar de Fallo de Medro”, explica el Dr. Andrés Bodas, especialista en gastroenterología infantil del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (www.cmed.es).
Es una patología de origen orgánico e inorgánico. |
Hasta un 10% de los niños de hasta 3 años presentan esta condición, aunque hasta el 20% de los niños sanos puede presentar periodos de falta de crecimiento de hasta 3 meses. ´”Por este motivo son fundamentales las revisiones tan periódicas que se les hacen. Además, que presenten periodos de falta de crecimiento de hasta tres meses no indica que un niño tenga fallo de medro, si no que en ese periódico ha crecido menos de lo que es habitual, pero que recuperará de forma natural, sin intervención ninguna por parte del especialista”, añade el Dr. Bodas.
Causas del Fallo de Medro
Hay que distinguir entre dos grandes grupos: las orgánicas (el niño sufre algún tipo de enfermedad) y las inorgánicas (tienen que ver, en la mayoría de los casos, con el entorno socioeconómico).
Orgánicas
• En un 80% de los casos del primer grupo, hay que hablar de una ingesta insuficiente de alimentos. “En muchos casos es el primer síntoma de una enfermedad subyacente. Podemos hablar de anorexia, trastornos neurológicos o cromosomopatías, enfermedades renales o hepáticas, paladar hendido, reflujo o esofagitis, entre otras” explica el especialista de CMED.
• Un segundo grupo estaría compuesto por aquellos niños que tienen problemas para la maldigestión malabsorción de nutrientes. “Englobaría a niños con enfermedad celíaca (caso más habitual), alergias alimentarias o enfermedad inflamatoria intestinal. Estos casos son de fácil diagnóstico en la actualidad, gracias al conocimiento que tenemos de ellas y de las pruebas que es necesario prescribir para su confirmación. Además, el manejo de su tratamiento está muy avanzado, con lo que el fallo de medro sería fácil de atajar”, afirma gastroenterólogo infantil.
• El último grupo de patologías que pueden provocar Fallo de Medro son aquellas en las que existe mayores necesidades energéticas para poder no sólo cubrir las necesidades vitales, sino también para mantener un crecimiento de peso y talla mantenido en el tiempo. “Hablaríamos de niños con problemas congénitos de corazón, enfermedades crónicas pulmonares o que estén en pasando por procesos oncológicos”, explica el Dr. Andrés Bodas.
No orgánicas
Aquí se incluyen una gran cantidad de causas. Algunas de ellas son:
• Problemas económicos familiares
• Problemas que alteran la convivencia familiar
• Desatenciones familiares o maltrato
• Práctica de algunas creencias relacionadas con la alimentación
Existen también otros factores que pueden influir en la talla y el peso de los niños, por ejemplo, la herencia genética, retraso en el crecimiento intrauterino y los nacimientos prematuros.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico está basado en la realización de una buena historia clínica del paciente en la que queden registradas todas las circunstancias que se han producido desde la concepción del bebe. “Si se han tenido problemas durante la gestación y/o el parto, las enfermedades diagnosticadas previamente y cómo es el entorno económicosocial deben quedar plasmado de forma muy detallada en la historia clínica de cada niño. Esto, junto con las exploraciones físicas periódica y las pruebas que los especialistas prescriban, nos ayudan a dar con el diagnóstico que explique el fallo de medro y, por tanto, a pautar el tratamiento que sea necesario”, matiza el médico de CMED.