Pensiones Concertadas Supervisadas es uno de los dispositivos de la Red Pública de Atención Social a personas con enfermedad grave y persistente, concretamente de los recursos que cubren la atención a las necesidades residenciales y de apoyo al alojamiento. Se concibe como un dispositivo que, desde un modelo comunitario de atención, da respuesta a las necesidades de alojamiento y soporte residencial en un entorno normalizado.
Es el año 2003 con el Plan de Atención Social (2003-2007) a personas con enfermedad mental grave y crónica, cuando se establece un contrato de gestión de Servicio Público y es el punto de partida desde el que se va desarrollando y evolucionando hacia un recurso específico dentro del plan, con un equipo propio de intervención y con un aumento paulatino, a lo largo de los años, de plazas y áreas sanitarias de atención, gestionado desde sus inicios por Hermanas Hospitalarias, concretamente por la Clínica San Miguel - Línea de Rehabilitación Psicosocial.
Contexto general
La Red de Atención Social a personas con enfermedad mental grave y duradera es un dispositivo de atención de la Comunidad de Madrid que estructura su acción a través de distintos servicios vinculados a las características psicosociales de los usuarios, en el marco de las políticas de atención a la salud mental.
Esta Red de atención centra sus esfuerzos en recursos y servicios de atención diurna, como los centros de rehabilitación psicosocial, que representan el 29% de las plazas de atención ofertadas, los centros de rehabilitación laboral, que representan el 20%, los equipos de apoyo social comunitario y los centros de día de soporte social que respectivamente representan el 17 y el 16% entre los recursos de atención diurna. En lo relativo a los recursos residenciales, las miniresidencias representan el 11% de la oferta total de plazas del sistema y que asciende a un total de 6.669 plazas.
Estos servicios concentran el 93% del total de la oferta de servicios, el 7% restante se distribuye entre 4 servicios, representando los pisos supervisados, 4% y el 3% restante se distribuye entre los servicios de PRISEMI, 2%, Centros de atención social para personas sin hogar y el servicio de Pensiones que respectivamente no llegan al 1% de la oferta.
Actualmente Pensiones Supervisadas dispone de 42 plazas para atender a usuarios de los Centros de Salud Mental, incluidos en el programa de continuidad de cuidados de tres áreas sanitarias, el área 1 (Vallecas Villa, Puente de Vallecas, Retiro, Moratalaz-Vicalvaro, ArgandaRivas), el área 7 (centro, Latina y Chamberí) y el área 11 (Usera, Carabanchel, Arganzuela, Villaverde, Aranjuez, Valdemoro).
El acceso al recurso es a través de la derivación de los Centros de Salud Mental y propuesta de otros recursos del Plan de Atención, que por las circunstancias psicosociales del usuario no encajan en los mismos.
Perfil psicosocial de los usuarios
Las personas que acceden a pensiones presentan unas características especiales por su historia vital, llegan al recurso con un sentimiento de fracaso al haber pasado por multitud de recursos donde no han encajado, acuden con una mochila cargada de frustración, con unos recursos económicos muy limitados, con una narrativa mantenida durante años de locura, cronicidad, gravedad respecto a su diagnóstico y largos años de medicación, claudicación familiar, soledad, nula red de apoyo social, carencias afectivas importantes y con experiencias traumáticas en un elevado número de casos.
A modo de resumen, el perfil de usuario del servicio de pensiones sería el de un hombre de nacionalidad española de entre 30 y 50 años que padece esquizofrenia.
Estrategias de recuperación e integración
Desde pensiones la intervención tiene que ir destinada a ofrecer a las personas herramientas para que puedan encontrar “su lugar en el mundo” y “la mejor versión de uno mismo”, de manera que puedan tomar sus propias decisiones con total libertad e ir proyectando un camino de vida que les resulte satisfactorio, de una manera normalizada y como un miembro más de pleno derecho.
La intervención en la Comunidad tiene que ir dirigida a promover el cambio, la participación, contar con las personas, mejorar, componer o construir relaciones. Atender los problemas de salud mental dentro del entorno comunitario, es básico para evitar la exclusión social y la institucionalización.
Evaluación del recurso y resultados
A pesar de las dificultades y la peculiaridad del recurso, una mirada a la dinámica de la actividad desarrollada por el Servicio de Pensiones, permite realizar una evaluación objetiva del éxito del mismo.