Juan Ramón, murciano de 44 años, llevaba bastante tiempo oyendo los latidos de su corazón en su oído derecho sin imaginarse que se trataba de un síntoma de su dolencia. En una visita al otorrino para tratarse una otitis, su especialista le detectó un bulto anormal que diagnosticó más tarde como un paraganglioma yugulotimpánico,?Clase C2 De, secretor de catecolaminas; un tumor benigno, pero muy peligroso para la vida del paciente por su tamaño, crecimiento y ubicación en la base del cráneo.
“Por su naturaleza, esta neoplasia se nutre de células de los grandes vasos sanguíneos, en este caso, de la yugular interna. Y, por su localización en la base del cráneo, en la zona del hueso temporal, área de salida de la vena yugular y entrada de la arteria carótida internas hacia la cavidad craneal, afecta nervios fundamentales para el movimiento como el facial (cara), hipogloso (lengua), espinal (a la altura del hombro), y el vago que controla movimientos vitales como los del diafragma (respiración) o la laringe (voz y deglución). Este tumor, además, era secretor de catecolaminas, sustancia que hace subir la tensión y produce taquicardia”, explica el doctor Pablo Marcelo Reyes Burneo, cirujano otorrinolaringólogo del hospital HLA Universitario Moncloa, coordinador y cirujano principal del equipo que realizó la compleja intervención.?
Tras conocer su diagnóstico, las opciones frente al tumor y las consecuencias de su evolución lenta pero inexorable, el paciente se sometió a una cirugía de la base de cráneo mediante microscopía, también llamado abordaje infratemporal de Fisch Tipo A, el más apropiado para este procedimiento pero que se realiza en pocos centros, entre ellos el Hospital HLA Universitario Moncloa de Madrid, donde el Servicio de Otorrinolaringología (ORL) cuenta con un experimentado equipo profesional con las garantías necesarias para realizar con éxito esta compleja intervención.
“Hemos comenzado a trabajar para este caso 6 meses antes de la cirugía. Conformamos un grupo multidisciplinar donde la labor de cada área ha sido crucial”, detalla el cirujano del HLA Madrid. “El Servicio de Radiología realizó los estudios previos, Medicina Interna hizo el seguimiento clínico, Intervencionismo Radiológico llevó a cabo la arteriografía diagnóstica y embolización terapéutica previa a la resección, los miembros del equipo de ORL mantuvimos reuniones para valorar las imágenes y el manejo conjunto del oído y cuello, con Anestesiología para planificar su participación, con Cuidados Intensivos para coordinar el post operatorio y Supervisión de Quirófanos facilitó todos los medios para la adecuada realización del procedimiento”.
Durante la cirugía, que duró 12 horas, llegó a haber en el quirófano hasta 10 personas a la vez, entre cirujanos y anestesistas, además del personal de apoyo (enfermería, circulantes y celadores, que rotaron en turnos de cerca de cinco horas).
Desde la experiencia del doctor Reyes Burneo, “para sobrellevar tanto tiempo sin perder precisión y concentración, es necesaria mucha preparación física y mental, estar tranquilo, confiar en la adecuada planificación, en los conocimientos sólidos de base y, especialmente, en el trabajo en equipo (humano) indispensable para alcanzar al éxito, como ha sido este caso. Fue una larga jornada para todos, especialmente junto a los cirujanos José Granell y Laura de Toro. Estamos muy satisfechos con el resultado”.
Pocos días más tarde, el paciente volvió a Murcia para continuar su convalecencia, que resultó ser más llevadera de lo que esperaba, recuperándose en pocos días.