El Grupo Hospiten pone a disposición de los pacientes que hayan superado la infección causada por SARS-CoV-2, un reconocimiento completo para localizar, tratar y seguir las complicaciones que pudiesen aparecer una vez pasada la fase aguda de esta enfermedad.
Un especialista en Medicina Interna llevará a cabo una valoración previa que permitirá saber en base a sus factores de riesgo y otros múltiples aspectos que serán revisados, en qué situación y nivel de riesgo se encuentra de presentar secuelas o complicaciones por COVID. La valoración se llevará a cabo a través de cuestionarios y escalas que estimarán la capacidad física, la esfera psicológica y permitirá descubrir síntomas persistentes si los hubiese.
El chequeo, que se realiza en un día, incluye pruebas que permitirán realizar un informe completo con estratificación de riesgo, pautas de tratamiento y seguimiento. Se llevará a cabo diversas pruebas generales como medición de peso y talla, comprobación del IMC (índice de masa corporal), tensión arterial, análisis de sangre y orina y pulsioximetría. Además de otras de carácter más específico como son la espirometría y serología, para determinar función pulmonar y el estado de inmunidad frente al virus de SARS-COV-2. El estudio abarca otras pruebas como radiografía y TC de tórax, asimismo otras relacionadas con el corazón como es el electrocardiograma y un ecocardiograma.
Es muy importante el control de la salud de todos los que han superado la COVID-19, ya que incluso algunos pacientes asintomáticos han sufrido complicaciones posteriores. Ha habido alteraciones que inicialmente no estaban presentes, y sin un chequeo general posterior no hubiesen podido ser detectadas a tiempo.
Aunque los principales problemas suelen aparecer de forma más frecuente en varones con antecedentes de cardiopatías, enfermedades respiratorias o factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, sobrepeso u obesidad, colesterol alto, hábito tabáquico...), la realidad es que cualquier persona que haya pasado por esta enfermedad puede desarrollar algún tipo de dolencia. Las personas jóvenes, sin factores de riesgo y que hayan sufrido de forma leve e incluso asintomática la COVID-19, también pueden presentar estas complicaciones en los próximos meses. Aunque siempre es recomendable acudir a un especialista tras pasar la COVID-19, lo es aún más en caso de tener factores de riesgo cardiovascular, pulmonar o hematológico, o síntomas como cansancio, fatiga, dolor de pecho o palpitaciones.
Los datos extraídos del seguimiento realizado durante tres meses a pacientes con coronavirus y presentados en el I Congreso Nacional COVID-19, mostraron que el 50% de los contagiados presentaban síntomas persistentes o alteraciones en pruebas de radiología. Publicaciones recientes donde va aumentando el tiempo de seguimiento de estos pacientes que contrajeron la infección, demuestra que más del 75% presenta uno o más síntomas persistentes y en algunos casos complicaciones subyacentes. El 39% de los pacientes que no tuvieron que ser ingresados al comienzo de la enfermedad, presentaron posteriormente efectos persistentes de la misma.