El Servicio de Ginecología y Obstetricia de Hospiten, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Sexual este jueves, 14 de febrero, alerta del escaso uso del preservativo entre la población joven y del aumento de las conductas de riesgo que pueden desembocar en infecciones de transmisión sexual, como por ejemplo del Virus del Papiloma Humano (VPH), un importante problema de salud pública tanto por su magnitud como por sus complicaciones y secuelas si no se realiza un diagnóstico y tratamiento precoz.
“La Organización Mundial de la Salud ha reconocido la eficacia y seguridad de la vacunación frente al VPH, que en Europa ayuda a combatir el 80% de los casos de cáncer de cuello de útero provocados por este virus”, así lo explica la especialista en Ginecología y Obstetricia de Hospiten Bellevue, Lucyla Baêta, que considera fundamental la vacunación a partir de los 14 años, ya que en esta edad el sistema inmune de los adolescentes responde mejor a la vacuna.
Según los datos de la OMS, en general las ETS tienen efectos profundos en la salud sexual y reproductiva en todo el mundo y figuran entre las cinco categorías principales por las que las personas buscan atención médica. “De hecho, de acuerdo a estadísticas, cada día los jóvenes se posicionan como las mayores víctimas de las enfermedades venéreas. Y el origen podría estar en que en estos momentos la sociedad en general tiene una mayor conciencia sobre la necesidad de protegerse para evitar los embarazados no deseados, pero hay mucho descuido en cuanto al contagio de enfermedades por vía sexual que además del efecto inmediato de la infección en sí misma, pueden tener consecuencias graves para la salud, como por ejemplo la infertilidad futura de los jóvenes”.
Es imprescindible difundir información preventiva a edades tempranas para así evitar contraer las ETS. Para que esto sea posible debe existir una correcta y oportuna información y educación sexual. Por eso, desde Hospiten se ha creado una unidad de patología en la adolescencia desde la especialidad de ginecología, dirigida a informar, educar, difundir, prevenir y detectar oportunamente enfermedades de transmisión sexual.
En este sentido, el grupo hospitalario insiste en la necesidad de reforzar los canales de comunicación con los adolescentes e incidir en la importancia de la visita a los especialistas médicos para resolver cualquier duda que puedan tener sobre sobre el uso de los métodos anticonceptivos, sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual o para recibir orientación y recomendaciones sobre prácticas sexuales seguras.
La doctora Baêta indica que es necesario y podría ser muy positivo que se generalice el concepto de salud sexual en los colegios e institutos, además de que los padres y madres verbalicen estos temas con sus hijos, sobre todo por el continuo aumento del número de adolescentes con enfermedades de transmisión sexual. “La primera visita al especialista no tiene por qué ser necesariamente invasiva, ni se va a irrumpir en la privacidad de los jóvenes, solo debe servir para informar y explicar las medidas preventivas existentes, ya que son responsables de su salud y del impacto que pueden tener en la salud de los demás”, añade.