Hospiten alerta de que la incidencia de los trastornos de sueño es muy elevada y pueden aparecer a cualquier edad con gran impacto sobre la salud. Y, en concreto, durante esta época de confinamiento, varios trastornos del sueño y enfermedades neurológicas se descompensan, al estar muchas de ellas interrelacionadas, y al no poder llevar las rutinas cotidianas habituales, como en el caso de los pacientes insomnes, o pacientes con demencias, entre otros.
Las causas de los problemas de sueño en esta época de confinamiento son multifactoriales: pérdida de rutinas cotidianas, alteraciones psicológicas (problemas ansioso-depresivos) en relación con la crisis sanitaria y económica, la incertidumbre del periodo, entre otras.
Actualmente, según diversas series estadísticas, aproximadamente un 30 por ciento de la población española, se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o finaliza el día muy cansado. De hecho, se estima que más de 4 millones de personas en España sufren algún trastorno de sueño crónico y de variable gravedad.
Por esta razón, es necesario, desde las diferentes sociedades científicas y expertos en patología de sueño, el difundir a la población general unos consejos sobre hábitos e higiene del sueño para adaptarnos a este momento que nos ha tocado vivir, de tanta incertidumbre en todas las esferas, inesperado y de miedo a lo que pueda pasar.
En este contexto, el Dr. Leopoldo Méndez, Neurofisiólogo de Hospiten Bellevue y responsable de la Unidad del Sueño, insiste en la importancia de dormir bien para llevar una vida completa y satisfactoria. “No es fácil definir lo que es sueño de buena o mala calidad; lo que es importante es el grado de satisfacción que uno tenga con su sueño, y así decimos que el sueño de una persona es reparador o de buena calidad, cuando se encuentra alerta y despejada durante todo el día y por tanto puede tener una relación socio-laboral adecuada a lo largo de la vida diurna del paciente. Algunas personas no consiguen conciliar el sueño, mientras que otras se duermen cuando deberían permanecer despiertas. Tanto unas como otras, pueden recibir un tratamiento eficaz si se diagnostican correctamente”, explica.
La Unidad del Sueño de Hospiten es un área especializada en el diagnóstico y tratamiento de todas aquellas personas, tanto adultos como niños, que sufren alteraciones en el sueño.
El sueño juega un papel estratégico en nuestras vidas. Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo. Durante la noche, se regenera nuestro cuerpo, y nuestra mente, y además el sistema inmunitario también se refuerza tras un sueño reparador.
“En esta época actual, donde sin darnos ni cuenta, nos hemos encontrado con una pandemia coronavirus, que nos ha obligado a un confinamiento, sin duda necesario, para parar el número de contagios y evitar el colapso sanitario, tenemos que intentar todo lo posible por cuidar nuestra salud física y mental”, añade el especialista de Hospiten.
Estos consejos o recomendaciones serían:
1. Mantener en lo posible unos horarios estables para acostarse y levantarse. Con cierta flexibilidad (sobre todo en población infantil), mantener rutinas en lo posible. Hay que intentar desconectar en las últimas horas del día y bajar la intensidad lumínica (adaptarnos a la oscuridad para mejorar el inicio del sueño).
2. Intentar exponernos a la luz del sol en las primeras horas del día. La exposición al sol nos ayudará a dormir mejor y a mantener un estado de ánimo más estable. Intentar mantener en lo posible el ciclo vigilia-sueño (luz – oscuridad).
3. Evitar siestas largas, lo ideal es un descanso corto (unos 20 minutos) tras la comida. Las siestas más duraderas desestructuran el sueño nocturno y nos pueden llevar a tardar en conciliar el sueño y a frecuentes despertares nocturnos. Los pacientes en edad pediátrica han de mantener las siestas en función de su edad.
4. Hacer ejercicio físico en lo posible. Si disponemos de aparatos o sistemas para hacer ejercicio en casa como bicicletas estáticas o elípticas, hay que usarlos. Si no es así, existen muchos tutoriales en internet para practicar yoga, pilates, tablas de ejercicios, etc. También el ejercicio es importante que se haga pronto, idealmente en la primera parte del día.
5. Mantener los horarios habituales de comidas. Intentar que la cena esté separada de la hora de acostarse en unas dos horas aproximadamente, no debe ser copiosa, evitar sustancias picantes y dosis altas de azúcares.
6. Evitar en lo posible excitantes como el chocolate o la cafeína en altas dosis, especialmente por la tarde. También debemos restringir la ingesta de líquidos en las dos horas previas a irse a la cama.
7. Controlar el uso de dispositivos electrónicos. La luz intensa, sobre todo azul de tablets, ordenadores, videoconsolas, … nos alerta y nos dificulta el sueño nocturno, retrasando el inicio de este (alteran la síntesis de melatonina y, por tanto, deteriora nuestra calidad de sueño). También haremos lo mismo con el teletrabajo y/o el aprendizaje escolar telemático (deben realizarse en la primera parte del día).
En el aspecto de las videoconsolas, hay que saber que determinados juegos, como los de contenido violento, llevan a una sobreexcitación y retrasan el inicio del sueño.
En definitiva, debemos aprovechar esta época, donde pasaremos más tiempo en casa y por tanto en familia, para crear buenas y saludables rutinas de sueño.