El número de pacientes se ha incrementado rápidamente y se estima que en 2060 se habrá duplicado; la prevalencia aumenta con la edad y, dado el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, supone ya un problema de salud de primer orden: hablamos de la fibrilación auricular, la arritmia más frecuente, que en España afecta a alrededor de un millón de personas.
Así se puso de manifiesto en la reciente reunión del Comité de Innovación del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) en la que participó Medtronic, compañía de ingeniería biomédica dedicada a la investigación, diseño, fabricación y comercialización de instrumentos o dispositivos médicos.
Durante la sesión se mostró el impacto clínico de este trastorno, que llega a multiplicar por 5 la posibilidad de sufrir un ictus y a triplicar el desarrollo de insuficiencia cardíaca. Pero, además, quedó patente su influencia en el ámbito económico, ya que las hospitalizaciones por fibrilación auricular representan un tercio de los ingresos por arritmias y hasta el 3,6 por ciento de todos los ingresos por urgencias en España.
Todo ello justifica el desarrollo e investigación de nuevas vías de abordaje de la enfermedad. En este contexto, Ignacio Fernández-Lozano, de la Unidad de Arritmias del Hospital Puerta de Hierro, explicó las diferentes alternativas de tratamiento y los beneficios de la ablación (procedimiento que evita que los impulsos eléctricos anormales generen un ritmo cardíaco anómalo) y, en concreto de la crioablación en esta área; se trata de un procedimiento que consiste en la ablación con catéter con frío en la zona de conexión de las venas pulmonares con la cavidad superior izquierda del corazón (aurícula izquierda) que se realiza mediante catéter a través de una punción de la vena femoral.
La intervención puede llevarse a cabo también con radiofrecuencia, con resultados similares, aunque la crioablación presenta algunas ventajas, tal como explicó el especialista, como que es una técnica más rápida, más reproducible, que requiere un menor aprendizaje y genera menos complicaciones, lo cual permite optimizar recursos, aportando así eficiencia al proceso de tratamiento.
“Avanzar en salud requiere avanzar en eficacia, eficiencia y efectividad de la mano de la innovación -señaló Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS- por lo que es necesario que los especialistas conozcan los avances en los distintos tratamientos, que los decisores analicen la aportación de valor de dicha innovación en un entorno de viabilidad presente y sostenibilidad futura, y que las compañías que investigan y desarrollan sean parte implicada, ya que pueden aportar fórmulas válidas para logar ese objetivo; y esto debe ser así en la sanidad de forma global. El sector sanitario privado está realizando un esfuerzo en este sentido y, en concreto, desde la Fundación IDIS, promovemos iniciativas y escenarios que facilitan ese reto a la vez que tratamos de favorecer un mayor y mejor acceso a la innovación mediante el establecimiento de las correspondientes sinergias y complementariedades estratégicas”.