La continuidad asistencial es el conjunto de procesos puestos en marcha de forma integrada por el sistema sanitario con el fin de ofrecer al paciente la atención sanitaria que precisa con independencia del sistema sanitario (público o privado). Sin embargo, la realidad hoy no responde a esta definición teórica, puesto que existen protocolos que no priorizan al paciente y faltan sinergias entre niveles asistenciales o sistemas de provisión. En este sentido, “desde la Fundación IDIS consideramos que establecer la continuidad asistencial en nuestro sistema sanitario es imprescindible. No es una opción, es una obligación que impacta directamente en el derecho de los pacientes a transitar por el sistema de una forma libre, buscando los mejores resultados para su problema médico. Con ello conseguiríamos reducir la presión asistencial del sistema público, evitaríamos redundancias, y facilitaríamos la tarea de los facultativos, mejorando, sin duda, la experiencia del paciente, así como los resultados sanitarios y de salud. Para que esto se produzca es necesario contar con herramientas de interoperabilidad y propuestas de cambio que nos permitan llegar a ella e impulsar la cooperación entre la sanidad privada y la sanidad pública para promover un modelo sanitario y sociosanitario más sostenible, sinérgico y eficiente. Es decir, es necesario que el paciente sea uno en todo el sistema sanitario y todos nuestros esfuerzos vayan en su beneficio”; así lo ha asegurado Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), durante la Jornada IDIS: Continuidad asistencial y paciente único, en la que se han presentado los resultados del informe del mismo nombre. El análisis, llevado a cabo por Accenture para la Fundación IDIS, recoge la percepción y opinión de pacientes -encuesta realizada por Sigma Dos a 3.000 personas- y profesionales -7 entrevistas a profesionales sanitarios, de las cuales 5 han sido a profesionales médicos de diferentes especialidades y 2 a oncólogos- en relación con aspectos relacionados con la mencionada continuidad asistencial. Junto a ello desarrolla un caso de uso de una paciente con cáncer de mama para mostrar los puntos de ruptura existentes y realizar unas propuestas en pro del paciente y de la eficiencia del sistema.
Los resultados de la encuesta a población revelan que un 70,2% de la población considera fundamental impulsar la cooperación entre la sanidad privada y la sanidad pública para promover un modelo sanitario y sociosanitario más sostenible. Asimismo, un 85% de la población considera muy positivo, bastante positivo y positivo el recibir tratamiento o hacerse pruebas en la sanidad pública y privada y que todos los datos puedan ser reconocidos y evaluados por el profesional sanitario que le atienda en cada momento. Además de estos datos, son de interés los incluidos en el “Informe sobre la percepción social del cáncer en España”, realizado por la Fundación ECO dentro de su proyecto “Cancer Now”, en los que se observa que un 40% de la población considera que la detección precoz es el área más relevante en cáncer, seguida por la investigación; asimismo, señalan que el 69% considera que la administraciones no dotan a los profesionales sanitarios de los recursos necesarios para abordar el cáncer y un 60% piensa que el tratamiento del cáncer no es equitativo entre las distintas CC.AA.
Los profesionales, por su parte, consideran que para que exista la continuidad asistencial se hace preciso ubicar al paciente como eje vertebrador, siendo el sistema el que se adapte al paciente y no al revés; hay que establecer sinergias entre niveles, romper las barreras territoriales y normalizar el sector privado como parte del sistema sanitario. La directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, ha explicado que “junto a las valoraciones de pacientes y profesionales, se ha llevado a cabo un estudio para analizar cuál es el viaje del paciente con cáncer de mama con el objetivo de ver cuáles son los puntos de ruptura que puede haber en el proceso asistencial, con el fin de buscar soluciones y analizar qué impacto tendría en el paciente, en el profesional sanitario y en el sistema si se mitigaran estos problemas”.
Viaje de paciente con cáncer de mama
Con independencia de cómo sea el tránsito del paciente en el sistema sanitario se observa que hay 6 puntos de ruptura, que a veces se comparten en el sistema público, en el sistema privado o cuando un paciente se cambia de uno a otro. En primer lugar, se observa que existe una de falta de programas integrados de prevención y también de personalización, como consecuencia de una ausencia de homogeneidad en los procesos y de recursos de personal que sepa y pueda hacer este tipo de aproximación. La pérdida de trazabilidad de la información también se muestra como uno de los obstáculos, como consecuencia de las dificultades encontradas en el proceso de realizar una prueba diagnóstica, biopsia y confirmación del diagnóstico.
La carencia de protocolos homogéneos y armonización de estructuras de apoyo, la duplicidad de citas y de pruebas y la falta de acceso a tratamientos innovadores completan el listado de barreras detectadas. Sobre estas barreras se ha hablado en la jornada, en la que Elena Diez, paciente con cáncer de mama, ha relatado su experiencia durante su tratamiento y su vivencia como paciente de la falta de continuidad asistencial, incidiendo en la necesidad de que exista conversación entre sistemas y de que se considere al paciente como un continuo, pensando de verdad en él durante su viaje.
Durante la sesión ha tenido lugar la mesa redonda: “Continuidad asistencial, clave de un sistema sanitario integrado” en la que han participado Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes; Francisco Javier Martínez Peromingo, director general de coordinación sociosanitaria en el SERMAS, y el Dr. Javier Román, director médico del Instituto Oncológico IOB Hospital Ruber Internacional. Todos ellos aseguran confiar en que la continuidad asistencial va a ser una realidad, a pesar de que existan ahora trabas y, en adelante, un gran trabajo para lograr la interoperabilidad de sistemas necesaria; y han reseñado, cada uno desde su perspectiva, la conveniencia de apostar desde los distintos ámbitos por la continuidad en la asistencia a los pacientes y dar respuesta a la necesidad que existe. “La continuidad asistencial es un derecho. Solo pensando en el paciente, podremos hacer lo que realmente necesita”, concluyó Marta Villanueva.
Propuestas basadas en la opinión de los expertos
El análisis de toda la información recogida permite realizar 3 propuestas con el fin de mejorar el viaje del paciente desde su inicio -tanto a nivel diagnóstico y tratamiento-, hasta el seguimiento y control posterior a la superación de la enfermedad y lograr así una continuidad asistencial real. Así, el informe de la Fundación IDIS propone crear una Estrategia integrada de planes de prevención (primaria y secundaria) y promoción de la salud para preparar a los profesionales a identificar variables de riesgo y activar programas específicos de detección precoz cuando sean necesarios y de forma homogénea.
Asimismo, aboga por la creación de comités mixtos por áreas sanitarias con fines terapéuticos y de investigación, facilitando la dispensación del tratamiento o la inclusión en un ensayo clínico en base a evidencias clínicas de forma protocolizada.
Por último, se propone generar estructuras integradas con grupos multidisciplinares de apoyo como herramienta fundamental para poner en contacto diferentes servicios y especialidades con el objetivo de aportar la mejor alternativa terapéutica para los pacientes. Todo ello redundará en un mayor acompañamiento del paciente durante todo su viaje asistencial.