La pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto las debilidades de nuestro sistema sanitario y la importancia de contar con un sistema único e integrado que no discrimine lo público de lo privado. Lo importante es trabajar conjuntamente, utilizando todos los recursos disponibles para dar solución a este grave problema de salud pública y minimizar el impacto de la propagación del virus. Desde el comienzo de esta crisis, el sector hospitalario privado y de aseguramiento, así como las compañías farmacéuticas y de tecnología sanitaria, han aportado lo mejor de sí mismos para poner en marcha todas las innovaciones posibles y poner freno a las consecuencias de la enfermedad. “Nuestro sistema sanitario ya mostraba debilidades desde hace años, pero esta crisis sanitaria los ha evidenciado totalmente.
Es necesario un cambio en la visión y proyección del perfil de nuestro sistema sanitario y también en el de aquellos que lo determinan, gestionan o gobiernan. Somos un sistema de salud único y hemos de utilizar todos los recursos disponibles de una forma estratégica e independientemente de su titularidad”. Así lo ha asegurado Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), durante la inauguración de la jornada “La sanidad que viene: retos y tendencias en la era de la Covid-19”, que ha reunido a profesionales y gestores sanitarios, miembros de asociaciones de pacientes, representantes de aseguradoras médicas, del sector farmacéutico, biotecnológico y de la tecnología sanitaria, entre otros, en la Fundación Pons.
El encuentro ha sido organizado por la Fundación IDIS, junto con Farmaindustria y Fenin (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria), con el objetivo de hacer balance de la gestión de la pandemia en cada uno de los entornos implicados (farmacéutico, tecnológico y asistencial-asegurador) y establecer una visión objetiva y rigurosa acerca del concepto de innovación responsable como punto de partida para la solución a esta pandemia y para la construcción de un nuevo sistema sanitario adaptado a las necesidades del siglo XXI. En el marco de esta jornada también se ha presentado el informe El futuro del sector salud donde el sector sanitario de titularidad privada representado en la Fundación IDIS ofrece su perspectiva para construir el futuro mediante la monitorización exhaustiva de los avances científicos y tecnológicos más relevantes, que tiene en la innovación su principal baluarte.
La contribución del sector sanitario privado en la crisis de la Covid-19 y, en general, su aportación al sistema sanitario ha sido evidente. En este sentido, se ha podido observar el papel de la industria farmacéutica -en concreto del alto número de ensayos clínicos que se llevan a cabo en España y del trabajo para asegurar el suministro de medicamentos en los momentos más complicados de la crisis-, del sector tecnológico, con la aportación de equipamientos y las estrategias desarrolladas, como el corredor para facilitar la llegada de material durante la crisis; de las entidades aseguradoras, con la creación de una póliza colectiva para sanitarios, como ejemplo; y de las entidades asistenciales, a disposición de las autoridades sanitarias desde el inicio. “Debemos construir un sistema sanitario y sociosanitario sinérgico, basado en las personas, coordinado, digitalizado, con foco en la prevención, la cronicidad y la atención domiciliaria, y en el que sanidad pública y privada estén integradas. Es fundamental contar con un foro activo de expertos que asesore al Ministro de Sanidad y que incluya la voz de la Industria, así como la coordinación a través de una Agencia de Salud Pública que lidere una estrategia frente a la Covid-19, y en líneas generales, es precisa la corresponsabilidad de todos los agentes sanitarios. En este contexto, el sector de tecnología sanitaria es y continuará siendo un aliado estratégico esencial y decisivo”, aseguró Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin.
Ahondando en la colaboración de la iniciativa privada, Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, ha señalado que “una lección de la pandemia es comprobar el valor que tiene para un país disponer de un tejido investigador biomédico público y privado, que interaccione y trabaje de forma colaborativa, y que sea capaz de encontrar soluciones ante retos sanitarios. Hemos tomado conciencia de lo mucho que dependemos de la ciencia y de la investigación en medicamentos y vacunas. Ahora sabemos con mucha más certeza que no hay economía sin salud, no hay salud sin fármacos y no hay fármacos sin investigación. Y nuestro país está en una posición de privilegio para avanzar en este campo. España es el primer país europeo y el cuarto a nivel mundial con más ensayos para probar la eficacia de tratamientos frente al coronavirus. Este liderazgo no es casual, sino el resultado de años de trabajo colaborativo entre Administración sanitaria, hospitales, investigadores, pacientes y compañías farmacéuticas, que han hecho de España una referencia internacional en investigación clínica. Estamos ante una verdadera oportunidad. Así lo ve un informe del Real Instituto Elcano publicado en julio, que sostiene que nuestro país pueda convertirse en un hub de inversiones en el sector salud y en el sector farmacéutico, con una estrategia que permita aprovechar los fondos europeos que estarán disponibles para la recuperación económica”.
Informe “El futuro del sector salud”
Conceptos hasta hace unos años novedosos, como e-doctor, biohacking u hospital líquido dejaron de serlo para formar parte del presente, de una forma más o menos desarrollada. Sin embargo, en todos ellos existen amplios márgenes de avance y desarrollo, tanto en el futuro inmediato como en el más lejano. Ese espacio temporal que muestra realidades, tendencias e incluso puede que utopías es el que ha querido reflejar la Fundación IDIS en el informe El futuro del sector salud con la intención de ayudar a entender los cambios que crearán el mañana. Para Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, “este observatorio de tendencias muestra una fotografía actual, facilitando la exploración de los futuros emergentes en torno al concepto de salud y cobra especial relevancia en el escenario que nos ha sobrevenido, cuando tenemos aún más necesidad de reconstruir el sistema”.
La investigación se ha realizado mediante el estudio de la conversación global en entornos y publicaciones científicos, divulgativos e institucionales, gracias a algoritmos de inteligencia artificial y herramientas de análisis semántico, obteniendo información sobre las prácticas, tecnologías, aplicaciones y protocolos del presente (lo que en el informe se denomina NOW), los que en torno a la innovación representan el futuro inmediato y se pueden ya ver y experimentar en algún lugar (NEW) y los más disruptivos, vinculados a un futuro más lejano e incluso aspiracionales (NEXT).
El trabajo categoriza los avances científicos y tecnológicos en diferentes áreas: la disrupción de la sanidad, biohacking inteligente, experiencia de usuario y longevidad, hospitales líquidos, e-doctor, gestión digital, hiper personalización y tecnología preventiva. Y, dentro de cada una de ellas, incorpora esos avances en función de su desarrollo en las líneas temporales establecidas.
Por ejemplo, si nos centramos en la categoría de hospitales líquidos, hoy se observan grandes pasos que han permitido expandir la atención sanitaria a espacios no tradicionales, un aspecto aún más pronunciado en la crisis de COVID-19. Y la telemedicina es una solución a tiempos de espera, por poner el caso, pero también es ya una demanda de los propios pacientes, como gestores de su salud. Eso es ya una realidad, pero lo que no lo es del todo, y por tanto se enmarcaría en el escenario NEW, es el aprovechamiento de toda la información que podría codificarse, transferirse digitalmente y compartirse de forma segura: aplicar la tecnología blockchain al entorno hospitalario y el concepto de interoperabilidad es clave una vez que el paciente es el dueño de sus datos y en cualquier momento y desde cualquier dispositivo debería poder hacer uso de ellos.
Más lejos está aún la apuesta por nuevos modelos organizativos, un aspecto que el informe incorpora al momento NEXT y que rompe con la estructura jerárquica tradicional de las organizaciones de salud para poder manejar un mayor flujo de trabajo y más agilidad de adaptación a procesos cambiantes, creando modelos de asistencia para los pacientes, no para las patologías. Para innovar hacia ese modelo, los hospitales se someten a un proceso de rediseño que comprende varias acciones, por ejemplo, el cambio a una estructura orientada a procesos o unidades multiespecializadas. Y otro concepto situado en esa franja del futuro aún lejano es de la “medicina distribuida”, que apuntala una fórmula en la que distintos stakeholders, incluso algunos que no estén relacionados con la industria de la salud, podrían participar en los procesos de atención al paciente.
Este es el solo el ejemplo del área denominada Hospitales líquidos, pero el informe hace un análisis similar de tendencias en el resto de las categorías mencionadas, creando así ese mapa de observación y actuación sobre el futuro que pretende ayudar a entender el futuro en salud y facilita el diseño de estrategias ad hoc.
Mesa debate “Retos y tendencias en la era de la Covid-19”
Durante la jornada ha tenido lugar la mesa de debate “Retos y tendencias en la era de la Covid-19”, en la que han participado los doctores Ricardo Cubedo, Médico Adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid y responsable de Sarcomas y Cáncer hereditario de MD Anderson; Ángel Gil de Miguel, Catedrático de Medicina preventiva y salud pública de la Universidad Rey Juan Carlos; Santiago Moreno, Jefe de Servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal; y Marta Villanueva, Directora General de la Fundación IDIS, moderados por la periodista Gloria Lomana.
Los expertos han analizado la situación vivida durante la pandemia y han reflexionado sobre la situación actual desde las distintas áreas. Así, han señalado que la primera ola dejó algunos aprendizajes en el modo de organizar a los pacientes y profesionales y nos ha enseñado algunas medidas de control que hay que seguir. Sin embargo, también han explicado que la responsabilidad ciudadana no está interiorizada del todo debido probablemente a un problema de falta de percepción del riesgo. Por ello apelan a que los medios de comunicación tomen un papel protagonista donde la información sobre el coronavirus haga calar estos mensajes para una mayor concienciación.
Además, según la experiencia y ámbito de actuación de cada uno, se han establecido recomendaciones para minimizar el impacto de la pandemia y algunas soluciones de cara al futuro. Así, han incidido en la importancia de reforzar y dotar de recursos a la atención primaria y a la salud pública; atender a los consejos de los expertos; priorizar la atención a los pacientes crónicos; apoyar la vacunación frente a la gripe y aprovechar todos los recursos disponibles con un sistema sanitario colaborativo (público-privado) y que se apoye más si cabe en el enorme potencial que tiene la red de farmacias de nuestro país. Asimismo, los participantes han manifestado la necesidad de realizar cuanto antes un Pacto por la Sanidad no condicionado a ideologías y recursos.