La Trombosis Venosa Profunda (TVP) es una patología con una prevalencia de dos de cada 1.000 adultos, y que implica el 2% de los ingresos hospitalarios. La complicación crónica más común de la TVP es el síndrome postrombótico, con graves secuelas para el paciente a largo plazo. Pero sin duda es de extrema importancia el tromboembolismo pulmonar (TEP) como consecuencia de la movilización del trombo y la migración de este a la circulación pulmonar provocando una complicación potencialmente mortal. Actualmente el tratamiento farmacológico con anticoagulantes puede ayudar a prevenir el síndrome postrombótico, pero no eliminan el trombo existente en el sistema venoso teniendo que recurrir a tratamientos intervencionistas.
El uso de sistemas de protección como filtros, así como el uso de trombolíticos y sistemas de trombectomía mecánica, estos últimos diseñados para fragmentar y eliminar el trombo del torrente mediante una intervención mínimamente invasiva; una intervención que ayuda a restablecer rápidamente el flujo de la sangre, reduce la cantidad y la duración de los tratamientos farmacológicos y ayuda a prevenir las lesiones en las válvulas venosas, tal como se ha puesto de manifiesto durante la reunión del último Comité de Innovación de la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad), en la que miembros del equipo de Boston Scientific mostraron a los representantes del Patronato las nuevas opciones de intervención para tratar la trombosis venosa y evitar la secuela post trombótica, con la ayuda del doctor Luis Izquierdo, jefe de Angiología y Cirugía Vascular en HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur. Se mostró asimismo la conveniencia de tratar los procesos agudos con el stent cuando la vena aún no está enferma para evitar la secuela postrombótica porque, cuando ya existe esa lesión, hay un 25% de pacientes no respondedores.
Tecnología al servicio del paciente: Spectra WaveWriter
La segunda parte de la reunión se centró en el abordaje del dolor crónico, un trastorno con un impacto muy alto en la calidad de vida, en el que Boston Scientific trabaja desde hace 19 años con estimuladores de la médula espinal. En este sentido, presentó su último desarrollo, denominado Spectra WaveWriter, basado en la estimulación eléctrica de la médula espinal con una terapia combinada que utiliza distintos tipos de ondas y permite personalizar el tratamiento puesto que el propio paciente puede controlar cuál es la opción más efectiva para él. Tal como explicó Gonzalo Rodríguez, del departamento de Neuroestimulación y Product Manager de Spectra WaveWriter de Boston Scientific, “además del empoderamiento del paciente al decidir con el profesional médico la terapia que le es más efectiva, permite reducir el número de consultas (al suministrar diferentes tipos de terapia de forma simultánea o secuencial, el profesional puede testar en una consulta diferentes opciones de tratamiento) y lograr una mayor efectividad de la terapia, hasta un 100% de reducción del dolor, unos resultados no conocidos hasta ahora en el sistemas de estimulación de la médula espinal”.
Por su parte, Manuel Vilches, director general de la Fundación IDIS, puso de relieve la importancia de estos encuentros para fomentar el conocimiento de desarrollos innovadores. “Gracias a iniciativas como las presentadas en esta reunión -indicó- es posible ofrecer nuevas alternativas y poner a disposición de los clínicos herramientas que permitan mejorar la calidad de vida de los pacientes”.