Tras la reciente aprobación del proyecto por parte de sus órganos de gobierno, Grupo IMQ va a emprender un ambicioso proyecto de ampliación de la clínica IMQ Zorrotzaurre, el centro hospitalario privado más potente de Euskadi.
La iniciativa, que abarcará los tres próximos años, implica un decidido compromiso empresarial por reforzar la oferta asistencial y el binomio asistencia médica-aseguradora que caracteriza al modelo IMQ. Permitirá, además, concentrar los diferentes servicios hospitalarios del Grupo en un único centro situado en plena zona de expansión de Bilbao, ofreciendo a sus asegurados y aseguradas instalaciones y equipos clínicos de primer nivel, así como una propuesta integral de servicios hospitalarios con vocación de medio y largo plazo.
El proyecto implicará la construcción de una nueva planta de 3.900 m2, que incrementará tanto la oferta quirúrgica como la asistencial y posibilitará importantes trabajos de reordenación interna. A futuro, se contempla, además, la opción de completar esa oferta con la posibilidad de ocupar espacios generados por la expansión del área de Zorrotzaurre.
Con estos trabajos de ampliación y remodelación, cuyo comienzo está inicialmente fijado para este verano, una vez se cuente con los pertinentes permisos, la Clínica dispondrá, entre otros servicios, de 6 nuevos quirófanos, un total de 200 camas, una mayor dotación de unidades de recuperación y cuidados intensivos, ampliación de la unidad de urgencias y endoscopia digestiva y nuevas zonas destinadas al servicio de pacientes y profesionales sanitarios.
Como consecuencia de esta operación, la clínica Virgen Blanca cesará su actividad hospitalaria una vez se complete el traslado e integración de todos sus servicios y personas en IMQ Zorrotzaurre. Las instalaciones de la Virgen Blanca mantendrán, no obstante, su calificación urbanística con servicios aún por determinar, estando en estudio diferentes opciones del ámbito socio-sanitario y/o el asistencial ambulatorio.
La decisión de poner en marcha este proyecto, que se lleva gestando varios años, ha tomado cuerpo tras disponer de la autorización otorgada por el Ayuntamiento de Bilbao en el marco de su Plan General de Ordenación Urbana.
El proyecto supondrá una importante apuesta económica por parte de Grupo IMQ acorde con sus capacidades financieras, pero, sobre todo, un ejercicio de planificación y colaboración para desarrollar los trabajos sin alterar el normal desarrollo de la actividad asistencial.