En abril de 2021, conscientes de la profunda huella que estaba dejando una pandemia tan prolongada en el tiempo —llena de emociones negativas, incertidumbre, impotencia, miedo, soledad, frustración…— y del inmenso dolor causado por la pérdida de seres queridos, desde IMQ se preguntaron qué más podían hacer como compañía, además de prestar asistencia, cobertura y apoyo sanitario a una sociedad enferma no ya solo de COVID, sino también de sufrimiento emocional.
Antes de que las cifras evidenciasen lo que ya se veía venir, como aseguradora sanitaria se valoró que ese hondo impacto necesitaba sacarse de dentro, aunque fuera en pequeñas dosis; que necesitaba ser contado como primer paso para su curación. Por eso, para ayudar de alguna manera, IMQ lanzó el 7 de abril de 2021, coincidiendo entonces con el Día Mundial de la Salud, su campaña ‘Contágiate’.
“Queríamos expresar que existen otros contagios posibles, contagios positivos, de esperanza, de valores, de solidaridad y fuerza. Queríamos visibilizar que era posible rescatar la alegría de las pequeñas cosas, olvidar la oscuridad y compartir no solo el sufrimiento, sino también la capacidad para sobreponerse a él, extraer enseñanzas de nosotros mismos y de los demás, disfrutar de lo que tenemos y de lo somos”, destacan desde la aseguradora vasca.
Más de dos años después del comienzo de la pandemia y tras seis olas “o las que hemos dejado después de contar para intentar normalizar en la medida de lo posible la situación”, IMQ presenta el documental #contagiate. Una pieza de aproximadamente media hora de duración, accesible a través de https://www.contagiate.es/ en la que han recogido los extractos más significativos de los testimonios de la campaña, con la intención de trasladar “su poder curativo y su positividad”.
Cada una de las historias, de cada una de las personas —tanto anónimas como conocidas—, han sido hiladas entre sí por imágenes que retrotraen a la audiencia a las épocas más duras de la pandemia para, finalmente, “trasportarnos a la luz gracias a un narrador excepcional por todas y todos conocido”.
La salud mental de Euskadi en cifras
Si bien es cierto que, a tenor de las estadísticas, los más impactados parecen haber sido los jóvenes y adolescentes, toda la sociedad vasca ha visto afectada su estabilidad emocional, habiéndose producido en estos últimos dos años un incremento de la demanda asistencial en psiquiatría superior al 20%. Han aumentado los casos de depresión en un 28%, estrés y ansiedad en un 26%, y en menor medida, los trastornos de la alimentación y el sueño, que llegaron hasta el 30% en los peores momentos de la epidemia.
Cuatro de cada diez de las nuevas atenciones de psiquiatría corresponden a pacientes con menos de treinta años, siendo las y los adolescentes los que más se han desestabilizado, favoreciendo la aparición de cuadros de depresión, ansiedad, adicciones a videojuegos y equipos electrónicos, autolesiones e incluso intentos de suicidio. Además, se espera que patologías más graves, como la esquizofrenia o psicosis, crezcan los próximos años.
Agradecimiento
IMQ reitera su “profundo agradecimiento” a todas y cada una de las personas que han tomado parte en la campaña y posterior documental, que con su testimonio “nos han hecho ver que no estamos solos, que las emociones son universales, que compartir une y que la esperanza, la resiliencia y la capacidad de adaptación están en todos y cada uno de nosotros y nosotras. Gracias por ayudar a que la herida cicatrice”.