El sector asegurador de la salud viene impulsando una profunda transformación para simplificar el acceso a los servicios médicos en la que IMQ, compañía líder del sector en el País Vasco, está también plenamente involucrada a través de diferentes proyectos estratégicos.
Miguel Ángel Lujua. |
Así, por ejemplo, la puesta en marcha en 2017 de su proyecto Erraza ha evitado ya a sus más de 254.000 clientes tener que solicitar más de 72.800 autorizaciones que antes eran necesarias para el acceso a diferentes especialidades. Esta liberalización de actos médicos constituye un primer paso hacia un objetivo todavía más ambicioso que llegará en el arranque del 2020 mediante la implantación del proyecto de Prescripción Electrónica en el que actualmente trabaja también la compañía.
Gracias al mismo, la petición de autorizaciones se realizará directamente por parte del profesional médico a través de una plataforma digital evitando que el asegurado tenga que efectuar trámite administrativo alguno. Al eliminar el papel, permitirá también avanzar en el compromiso de gestión socialmente responsable que fomenta del mismo modo el grupo asegurador vasco.
En sus inicios en 2017, la liberalización de actos comprendió tres especialidades referentes como Cardiología, Cirugía oral y maxilofacial y Oftalmología. En el primer caso se liberaron servicios que supusieron una reducción de más de 9.500 autorizaciones, que representaban el 45,3% del total de autorizaciones de la especialidad; en el segundo caso la reducción alcanzó a más de 1.500 autorizaciones (23,9% del total); y en Oftalmología, la liberalización de actos supuso una caída del 47,8%, con casi 34.000 autorizaciones.
Este año 2018 ya se han incorporado a este proceso de simplificación de acceso a los servicios, la especialidad de Traumatología, con la eliminación de casi 21.000 autorizaciones (el 56% de las emitidas en la especialidad), y la de Urología, con otras 7.000 autorizaciones menos (el 58,8%). No serán, por otra parte, las únicas ya que la entidad sigue valorando nuevas opciones.
Una vez se culmine el proyecto de Prescripción Electrónica, éste afectará a la totalidad de las prestaciones de las distintas especialidades, simplificando ostensiblemente con ello la actividad tanto de los profesionales sanitarios, como, sobre todo, de los asegurados al poder aquellos gestionar de una vez toda la cadena de peticiones necesarias; se traten éstas de pruebas diagnósticas, cirugías, ingresos hospitalarios, etc. y todo ello, sin que paciente tenga que hacer ningún trámite administrativo pero informándole en todo momento por el canal más cómodo para él (e-mail, sms, oficina virtual, app IMQ, gestor personal...) de las gestiones realizadas.