En Euskadi, donde según datos del Eustat (2021), un 22,5% de la población es mayor de 65 años —concretamente, 494.364 personas, siendo Bizkaia el territorio histórico más envejecido—, «es una realidad que la mayoría de las personas de edad en situación de dependencia quieren permanecer en su domicilio. Sin embargo, la existencia de síndromes geriátricos como úlceras por presión, desnutrición, caídas de repetición, delirium y otros, o la aparición de síntomas psicológicos y conductuales en casos de demencia, puede poner en riesgo este deseo, así como la salud física y mental de la persona cuidadora principal, debiendo tomar la decisión de ingreso en una residencia», pone de relieve la Dra. Naiara Fernández, directora Asistencial del grupo sociosanitario vasco, IMQ Igurco.
Con el objetivo de «prolongar el tiempo de permanencia en el domicilio de una persona mayor dependiente, y cuidar a su cuidador o cuidadora», IMQ Igurco ha desarrollado una herramienta tecnológica que permite realizar, a través de la respuesta a varias preguntas, «una aproximación diagnóstica a la situación clínica, funcional, cognitiva y emocional de la persona en situación de dependencia; y medir la carga emocional de su persona cuidadora; con la puesta en marcha de programas de intervención desarrollados por profesionales y adaptados a las necesidades identificadas y fundamentados en el conocimiento de los profesionales de IMQ Igurco y de la evidencia científica internacional», destaca la especialista en Geriatría.
«Tenemos como objetivo poner a la persona en el centro de la atención, más allá de una perspectiva de abordaje de déficits (clínicos, funcionales, cognitivos), explorando sus necesidades desde una perspectiva biopsicosocial y sus preferencias con respecto a cómo quiere recibir los cuidados, también en el entorno domiciliario», añade.
Asimismo, esta plataforma permite «cuidar a las personas cuidadoras, de las que un 89% son mujeres, un dato que pone de relieve su contribución económica, social y cultural a una sociedad que vive a un ritmo a veces excesivo para pararse a valorar la extraordinaria importancia de su labor».
Contra la discriminación por razones de edad
La experta de IMQ Igurco señala igualmente que «a pesar de la contribución de las personas de edad a la vida económica, social y cultural, como sujetos activos, continúan expuestas a la discriminación por motivo de su madurez, pudiendo tener como resultado una peor salud física y mental (limitación para acceso a diagnósticos y tratamientos médicos), un mayor aislamiento social y percepción de soledad, inseguridad financiera y, en definitiva, una menor calidad de vida».
Según destaca la Dra. Naiara Fernández, «en las mujeres se añade, además de las desigualdades por razón de la edad, la discriminación por motivo de género acumulada a lo largo de su vida, agravando aún más dichas desigualdades. Es necesario reconocer las aportaciones de las mujeres, promover la inclusión de sus voces y conocer sus necesidades y perspectivas para crear políticas que atiendan nuestros retos locales, nacionales y globales».
«IMQ Igurco se suma a la escucha activa para la identificación de las necesidades de las personas de edad, de las personas dependientes que viven en nuestros centros y de las personas cuidadoras, en su mayoría, mujeres», concluye la experta de IMQ Igurco.