El Reto Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la Seguridad del Paciente: Medicación sin daño, lanzado en al año 2017, ha sido retomado por esta institución para protagonizar el Día Mundial de la Seguridad del Paciente de 2022, celebrado recientemente con el lema Medicación sin daño.
Atendiendo a este reto, las clínicas IMQ, Virgen Blanca y Zorrotzaurre —el mayor centro hospitalario de Euskadi—, siguen apostando por incrementar aún más las medidas de seguridad en la administración de medicamentos a los pacientes.
Tal y como explica Isabel Urrutia, responsable de Calidad y Seguridad del Paciente de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, «en nuestras clínicas hemos doblado las medidas electrónicas de seguridad para el control de la medicación a fin de evitar posibles riesgos. Además de las estrictas medidas de seguridad de nuestro servicio de Farmacia y de la identificación del paciente mediante un código de barras en su pulsera identificativa, hemos querido ir más allá y establecer una nueva barrera de seguridad en el proceso de administración».
Esta medida ha sido diseñada en colaboración con el servicio de Informática de las Clínicas, como explica Nuria Cudolá, responsable de Informática de las Clínicas IMQ: «Este nuevo avance tiene al personal de enfermería como protagonista. Así, en los cajetines de medicación de cada habitación, que se encuentran todos juntos en los carros de medicación de cada planta, se han colocado una serie de códigos QR individualizados. De este modo, los profesionales de enfermería, a través de una aplicación (app) para la validación de la administración de medicamentos, han de efectuar un doble proceso de verificación con su lector óptico: primero, comprobando que la medicación de cada cajetín individual corresponde a la identificación del paciente y la habitación asignada; y en segundo lugar, ya a pie de cama, el profesional vuelve a comprobar, esta vez con la pulsera identificativa del paciente, la administración correcta de la medicación a su destinatario».
Este doble sistema electrónico «reduce al mínimo posible el riesgo de que pueda producirse un error en la administración. Se comprueba la medicación, la habitación y el paciente con dos controles diferentes. Esto se traduce en una mayor seguridad clínica para los pacientes que confían su cuidado y atención en IMQ y, por consiguiente, en una mayor calidad en la prestación sanitaria», subraya Isabel Urrutia.
Sobre los errores de medicación
Tal y como se recoge en el informe multidisciplinar PREVEMED, sobre la Prevención de errores de medicación en las Unidades de Cuidados Intensivos, los errores de medicación son el evento adverso hospitalario más común pudiendo producir consecuencias sanitarias y económicas importantes.
En Europa, según la Agencia Europea del Medicamento (EMA), la tasa de errores de medicación en el ámbito hospitalario varía entre el 0,3% y el 9,1% en la prescripción y entre el 1,6% y el 2,1% en la fase de dispensación.
En España, el estudio ENEAS concluyó que la incidencia de eventos adversos en los pacientes hospitalizados era del 8,4%, siendo el evento adverso más frecuente los errores de medicación, que suponían el 37,4% del total.
Dado que las prácticas de medicación poco seguras y los errores de medicación figuran entre las principales causas de daños evitables en la atención de salud en todo el mundo, la OMS puso en marcha tanto la campaña Reto Mundial de la OMS por la Seguridad del Paciente: Medicación sin daño, (2017), como el Día Mundial de la Seguridad del Paciente (desde 2019).