La reciente celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo ha puesto en el centro de la esfera pública el papel que han jugado y juegan los servicios de prevención de riesgos laborales, en colaboración con las autoridades públicas, en la lucha contra la Covid-19.
Según destaca Esther Enales, directora de Gestión Cliente de IMQ Prevención, «excepto en casos muy determinados, los lugares de trabajo podemos decir que han sido y son lugares seguros, dado que en ellos se respetan las distancias de seguridad, se hace un uso correcto de las mascarillas, se ventila con regularidad, se realizan limpiezas y se siguen los protocolos y planes de contingencia de los servicios de prevención. Las empresas no han escatimado esfuerzos en repetir el mensaje de la prevención y la seguridad, y este ha calado en la población trabajadora».
Tal y como explica la experta, «desde que empezó la pandemia de la Covid-19, los servicios de prevención hemos sido llamados a colaborar con las autoridades sanitarias, adaptando nuestra actividad anterior y con los objetivos principales de lograr una detección precoz de los casos en el ámbito laboral, así como valorar los niveles de riesgo y los trabajadores especialmente vulnerables, y estudiar y manejar los contactos estrechos. Además de lo anterior, también tenemos como objetivos la colaboración en la gestión de la incapacidad temporal y el asesoramiento a las empresas con medidas de carácter organizativo y de protección colectiva y personal a los trabajadores y trabajadoras».
Para dar una idea del importante apoyo de los servicios de prevención a la salud general durante la pandemia, se puede citar el ejemplo de IMQ Prevención. Desde que comenzó la crisis sanitaria, la entidad ha realizado y gestionado más de 20.000 pruebas entre PCR, pruebas serológicas de anticuerpos y test de antígenos.
Además, ha efectuado 14.739 solicitudes de pruebas PCR a Osakidetza, ha desarrollado el control y seguimiento de 14.825 contactos estrechos de casos confirmados en el ámbito laboral y ha gestionado y tramitado la incapacidad temporal a 4.094 trabajadores y trabajadoras vulnerables.
Durante la pandemia, IMQ Prevención ha prestado servicio de manera ininterrumpida a las empresas clientes en sus 21 centros de trabajo, a través de sus 305 profesionales tanto técnicos como sanitarios.
Seguimiento incluso en fines de semana y festivos
«Hay que poner de manifiesto que IMQ Prevención, para poder dar un servicio lo más cercano y práctico posible a las empresas que confían en nosotros, pusimos en marcha en el principio de la pandemia un servicio de guardia de fines de semana y festivos con el fin de gestionar los contactos estrechos de casos confirmados en el ámbito laboral. Sólo en lo que llevamos de 2021, se ha dado servicio los fines de semana a 845 empresas, en relación al rastreo de posibles contactos estrechos de casos confirmados y solicitud de las pertinentes pruebas PCR. A pesar de que la situación ha mejorado y los contactos estrechos en el ámbito laboral han ido cayendo, seguimos dando este servicio», apunta Esther Enales.
La Covid-19 sigue estando presente, pero a medida que se va normalizando su presencia y se aprende a convivir con el virus, «empezamos a retomar actividades tradicionales como es la formación tanto presencial (manteniendo todas las medidas) como telemática o virtual, así como la realización de mediciones de contaminantes o cualquier otro tipo de actividades que conllevan la presencia de un técnico de prevención de riesgos laborales en la empresa. De hecho, con las medidas preventivas y los planes de contingencia se ha conseguido ya realizar con normalidad actividades de formación (formación frente al riesgo)».
Mucho más que reconocimientos
La experta llama la atención con respecto a que «cuando las personas piensan en la vigilancia de la salud, casi en su inmensa mayoría visualizan únicamente la realización del reconocimiento médico laboral. Esa es una visión muy simplista, ya que detrás de ese reconocimiento médico está el trabajo de las personas profesionales de la medicina del trabajo, que lo que hacen es analizar las evaluaciones de riesgos, así como cualquier tipo de informe técnico (higiene industrial, ergonómico o psicosocial) que pueda dar información sobre el impacto de esos factores de riesgo en la salud de las y los trabajadores. Por lo tanto, la función principal de la vigilancia de la salud es evitar y, en su caso, declarar ante la autoridad laboral las enfermedades profesionales relacionadas con el trabajo que puedan afectar a los y las trabajadoras».
Los profesionales de la medicina del trabajo «velan y vigilan por la salud de las personas trabajadoras. Además, se encargan de la realización de informes de valoración de cambio de puesto de trabajo, de la extensión de aptitudes para el puesto, de la valoración de posibles solicitudes de incapacidad, de las recomendaciones para las adecuaciones de un puesto de trabajo a una persona, de los consejos referidos a la salud individual y colectiva de los trabajadores y trabajadoras, y un largo etcétera. Todo ello, en el marco de un trabajo conjunto con profesionales de Enfermería y técnicos en Prevención de Riesgos Laborales», concluye la directora de Gestión Cliente de IMQ Prevención.