IMQ, consciente de que la seguridad en la atención sanitaria es una prioridad fundamental y de la especial vulnerabilidad del colectivo compuesto por los recién nacidos y los niños, pone de manifiesto su apuesta por la protección de éstos mediante la aplicación de cuatro medidas que redoblan su seguridad.
Amaia Uranga, técnica de Calidad y Seguridad del Paciente de las clínicas IMQ, recuerda el compromiso de la aseguradora vasca en sus hospitales, "con una atención segura, humana y de calidad, desarrollando iniciativas específicas para la protección de la infancia".
La experta enumera cuatro iniciativas de las clínicas IMQ en este ámbito. "En primer lugar se pueden citar los protocolos de seguridad neonatal. Es decir, la implementación de prácticas seguras en la sala de partos y en maternidad, incluyendo protocolos específicos para reducir riesgos durante la atención inmediata al recién nacido".
La segunda de las iniciativas específicas de IMQ tiene que ver con la prevención de errores en la medicación pediátrica. "En las Clínicas IMQ contamos con sistemas de doble verificación y dosificación segura, adaptada al peso y edad de cada niño".
La capacitación del personal en atención pediátrica segura es otro de los pilares de la atención en este ámbito asistencial. "La formación continua en reanimación neonatal y pediátrica, prevención de infecciones y comunicación efectiva con las familias son algunos de los temas en los que se trabaja especialmente con los profesionales", apunta.
Por último, otro de los elementos que redundan en una atención pediátrica y neonatal más segura y humanizada en las clínicas IMQ lo constituyen los espacios de acompañamiento familiar. «Con la existencia de estos espacios buscamos el fomento de la participación de padres, madres y cuidadores como aliados en la seguridad del niño, brindando información clara sobre su rol durante su proceso hospitalario» declara la técnica de Calidad y Seguridad del Paciente de las clínicas IMQ.
Txapeldunak
En las Clínicas IMQ, a los pacientes pediátricos se les denomina, cariñosamente, “txapeldunak” (“campeones”). "Entendemos que los recién nacidos y los niños y niñas son pacientes vulnerables dentro del sistema, así como sus familiares, y por ello, mediante la humanización sanitaria, hacemos más seguro su viaje dentro de nuestros centros. Son, con afecto, nuestros pequeños superhéroe".
La seguridad en la atención pediátrica y neonatal es un desafío prioritario en los sistemas de salud, ya que los pacientes más pequeños requieren cuidados altamente especializados y sensibles.
"Garantizar cuidados seguros a recién nacidos, niños y niñas es una de nuestras misiones más sensibles y prioritarias. Estos pacientes requieren una atención integral, donde cada acción médica y de enfermería esté guiada por los más altos estándares de seguridad", explica Amaia Uranga.